Baitoa sin agua ni espacio para muertos

Baitoa. No contar con un cementerio para sepultar sus muertos y el reclamo durante 40 años de un acueducto, a pesar de contar con dos presas, desencadenó en protesta con la paralización de las actividades en este municipio.

Baitoa. No contar con un cementerio para sepultar sus muertos y el reclamo durante 40 años de un acueducto, a pesar de contar con dos presas, desencadenó en protesta con la paralización de las actividades en este municipio.El paro, que inició a las seis de la mañana de ayer jueves concluyó hoy viernes a la misma hora, recibió el respaldo total de la población, que salía con cubetas o barricas colocadas en toda la vía, pese a la fuerte presencia policial que intentaba dispersarla.

Esta es la cuarta manifestación que realizan las organizaciones sociales y comunitarias, debido a que carecen de espacio para enterrar a sus seres queridos. El actual cementerio hace años que agotó su capacidad.

No obstante contar con represas y ríos, los comunitarios no tienen un acueducto y el agua que reciben de los camioncitos llega contaminada.

Las calles principales de la comunidad fueron obstaculizadas con restos de árboles y escombros, con el objetivo de llamar la atención de las autoridades.

Apoyo

Varios comerciantes de la comunidad apoyaron el paro, así como rutas de transporte que comunican con el municipio de Sabana Iglesia. Robinson Veras dijo que la comunidad lleva aproximadamente 40 años sin suministro de agua potable, por lo que los residentes se ven obligados a comprar el agua en las zonas cercanas.

En tanto que Acacia Glas explicó que el agua que se recibe de manera esporádica es de mala calidad.

En consecuencia, los miembros de la comunidad con posibilidades económicas para hacerlo, deben comprar agua para llenar sus tinacos, tanques y cisternas.

Glas comentó que en pleno siglo XXI es inconcebible que personas transporten el agua de los ríos y las cañadas por medio de los burros. 

La falta de líquido afecta al hospital

Acacia Glas recordó que mientras el río Yaque del Norte fue la fuente acuífera que daba vida a Baitoa, había un beneficio para el turismo de la zona.

Actualmente, esta problemática, dijo Acacia, ha impedido que en numerosas ocasiones el hospital de la comunidad realice su labor por falta de agua. En muchos casos se han producido problemas gastrointestinales.

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