EU ha golpeado duro la médula agropecuaria de RD

La difícil situación que tiene República Dominicana con el tema de las frutas y vegetales hacia Estados Unidos, luego que se detectara en un área de Punta Cana la presencia de la mosca de la fruta o del Mediterráneo, viene a engrosar una lista…

La difícil situación que tiene República Dominicana con el tema de las frutas y vegetales hacia Estados Unidos, luego que se detectara en un área de Punta Cana la presencia de la mosca de la fruta o del Mediterráneo, viene a engrosar una lista de tropiezos que le ha cerrado las puertas al exportador local en renglones como las carnes.

Cuando una nación como Estados Unidos prohíbe la importación de algún producto, sacudirse y recuperarse de esa medida no es tarea fácil. Y los dominicanos lo saben, no solo desde ahora, sino desde décadas atrás, porque han sufrido las consecuencias terribles de eso.

Lo saben, por ejemplo, quienes recuerdan la disposición de la Administración Federal de Drogas y Alimentos de Estados Unidos, cuando por disposición suya en 1989 República Dominicana dejó de percibir en divisas unos US$18.0 millones, al impedírsele comercializar con los norteamericanos varios rubros agrícolas, entre ellos repollo y vegetales chinos, con presencia de pesticidas, prohibidos en suelo estadounidense. No es raro que eso ocurriera, los pesticidas históricamente, aunque ha habido grandes mejoras, han motivado muchos de los disgustos de compradores internacionales, especialmente porque chocan con los niveles permitidos en el exterior.

La prohibición de 1989 no debió sorprender al gobierno de entonces, porque de acuerdo a reportes periodísticos de la época, Estados Unidos había advertido por cuatro años a la Secretaría de Agricultura sobre lo que venía ocurriendo, sin lograr que nadie pusiera el freno a los químicos usados en los cultivos. Pero República Dominicana ha tenido adversidades con el mercado internacional no solo en el tema agrícola por el uso de pesticidas. Al país le han llegado problemas en la parte animal o cárnica, que muchos años después todavía le pesan.

“Estamos a punto de enviar carne al exterior. Es muy probable que en poco tiempo exportemos carne a Estados Unidos (…)”, son algunas de las expresiones repetidas por casi todos los secretarios de Agricultura (actualmente el cargo es de ministro) que ha tenido República Dominicana desde la década de los 90, cuando entró en vigencia la prohibición impuesta por el gobierno estadounidense a las carnes de este territorio. La causa de la veda fue el incumplimiento dominicano con la certificación de análisis de laboratorio a la carne para exportación, en lo referente a los controles de residuos. Pero no fue la primera vez que la importación se prohibió desde EE.UU. En 1981 se había colocado un impedimento similar, causando pérdidas al país por unos 350 millones de pesos, según reportes periodístico de ese tiempo.

Las prohibiciones a las importaciones y posterior levantamiento de esas prohibiciones, en algunos casos, han sido una constante de Estados Unidos frente a República Dominicana. Por ejemplo, en junio de 1992 el Departamento de Agricultura norteamericano abrió las puertas a la entrada de carne de res. En abril de 1998 le quitó el “candado” que le tenía puesto desde 1972 a la carne de pollo dominicana, pero luego, en mayo de ese mismo año la embajada americana en República Dominicana advirtió que “aunque es positivo el esfuerzo realizado por las autoridades agropecuarias del país, en procura de erradicar el cólera porcino, la suspensión de cárnicos derivados del cerdo hacia Norteamérica se mantendrá por tiempo indefinido”. Y así ha sido.

El motivo que tuvo EE.UU para prohibir la entrada de carne de cerdo y sus derivados (cosa que también hizo Puerto Rico) fue una alegada presencia de cólera porcina en la frontera dominicana con Haití. Sin embargo, instituciones como la Junta Agroempresarial Dominicana alegaron que la razón real del gobierno estadounidense era proteger a los granjeros suyos.

El envío de una misión de especialistas en entomología del Servicio Americano de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS, organismo que impuso la veda la semana pasada a los ajíes, tomates, aguacates y lechosa y otros productos que no existen aquí o no hay cantidad para vender en el exterior) y del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, hace suponer a los productores locales que el problema de las frutas y vegetales será resuelto rápido. Pero lo propio hizo Estados Unidos en 1992, cuando trajo a República Dominicana técnicos a trabajar el asunto de las carnes. Al día de hoy la prohibición se mantiene. Incluso, cuando los funcionarios dominicanos, o representantes del sector privado hablan de que los mataderos industriales están preparados y enviando carne el exterior, dejan bastante claro que esos envíos son dirigidos a China, no a los Estados Unidos.

Cuando un país limita la entrada de un producto de otra nación, el riesgo es que se produzca una suerte de “contagio”, por parte de otros países que también se apresuran a vedar las importaciones.

En el caso más reciente, luego que EE.UU prohibió la entrada de frutas y vegetales dominicanos a su territorio, lo propio hizo Haití días después (incluso, ampliando la lista) a pesar de que a ese territorio se exporta una cantidad insignificante, según han dicho el ministro de Industria y Comercio Dominicano, José del Castillo Saviñón, y el presidente ejecutivo de la Junta Agroempresarial Dominicano, Osmar Benítez.

República Dominicana, luego de la veda de EE.UU consiguió ya colocar 19 contenedores de vegetales y aguacate en el mercado de Canadá y enviará 34 más el jueves próximo.

Las frutas y vegetales se pueden comer sin miedo

Ayer, la ministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino, aclaró que los dominicanos pueden ingerir las frutas que fueron vedadas por Estados Unidos, ya que la mosca del Mediterráneo no causa daños a la salud del ser humano. “Este es un insecto que no afecta la salud del ser humano, o sea ingerimos una fruta, un vegetal que está contaminado con este insecto y no tiene repercusión en la salud”. Mientras, el Ministerio de Agricultura y los propios productores han reiterado que la mosca de fruta fue localizada a unos 22 kilómetros del aeropuerto de Punta Cana, donde no existen cultivos. Y han dejado claro que el insecto no ha avanzado a lugares donde están las cosechas del país.

Acciones desde el Estado buscan eliminar el mal

El director general de Aduanas, Fernando Fernández, ofreció nueva vez el laboratorio de investigación científica de la institución para analizar frutas, vegetales y otro productos agrícolas que puedan estar afectados por la llamada mosca del Mediterráneo. Mientras, con el objetivo de mejorar el conocimiento acerca del acuerdo sobre la aplicación de medidas sanitarias y fitosanitarias y su implementación a nivel nacional e internacional, para establecer una suerte de resguardo, varias instituciones organizan un diplomado dirigido a técnicos relacionados con el comercio de productos agrícolas. 

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas