¿Seguirá con la misma suerte?

Hace un tiempo escribí un artículo titulado la suerte del senador, para referirme a la forma en que un miembro del Senado había acumulado una astronómica riqueza, la cual no se correspondía con los ingresos recibidos en los cargos públicos por&#8230

Hace un tiempo escribí un artículo titulado la suerte del senador, para referirme a la forma en que un miembro del Senado había acumulado una astronómica riqueza, la cual no se correspondía con los ingresos recibidos en los cargos públicos por él desempeñados. Es impresionante el tamaño del patrimonio creado por este personaje dedicado a la política y los negocios. La dicha del senador ha estado en que no ha tenido que rendir cuentas ante la justicia. Contó con un director del DPCA muy dado al archivo de expedientes, con órganos de control de informes complacientes y con una comisión congresual investigadora, integrada por relacionados.

Concluidas las intensas audiencias de un proceso preliminar, hoy el juez de la Suprema Corte de Justicia, magistrado Moscoso Segarra, emitirá un fallo sobre el destino de la acusación de corrupción y lavado de activo en contra del senador Félix Bautista y varios de sus colaboradores, realizada por el Ministerio Público. La acusación de la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa (PEPCA) está basada en un expediente muy bien sustentado. Los detalles de este expediente, explicados en un lenguaje llano, se encuentran recogidos en una publicación realizada recientemente por el movimiento cívico Participación Ciudadana.

Dadas las contundentes pruebas presentadas como parte de la acusación y dado el hecho de que es al propio senador a quien le conviene que su caso se pueda dilucidar en un juicio de fondo, pues esa sería una excelente oportunidad para demostrar su inocencia, uno esperaría que el fallo de hoy atienda la solicitud realizada por el Ministerio Público. Esta sería una clara señal de que la justicia dominicana ha hecho consciencia de su compromiso en garantizar que desde el Estado se actúe conforme a ley y de que no se tolerará ninguna práctica de corrupción. Es a lo que aspira la ciudadanía. La pregunta es, ¿estará el poder judicial a la altura de ese anhelo popular?

Tiene sentido la pregunta anterior, pues a muchos les embarga un profundo escepticismo sobre la posibilidad de que en esta ocasión sea diferente. El control político de las altas cortes, la militancia partidaria de muchos de sus miembros y la tradicional apuesta por la impunidad, dejan serias dudas de que se actuará de manera imparcial en este caso. Muchos creen que al senador le seguirá acompañando la suerte que da la cercanía con el líder y el tamaño de una riqueza que ni siquiera él puede cuantificar. El juez Moscoso Segarra tiene un gran reto de situarse por encima de eso, ¿estará en capacidad de enfrentarlo?

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