Artesanos tienen un espacio gratis en Ágora Mall para exhibición

El “Mercadito de los sábados” de Ágora Mall es una feria semanal y un espacio creado para que microempresarios, artesanos y fundaciones que producen sus propios artículos puedan exhibirlos al público y venderlos sin tener que pagar nada por eso.&#

El “Mercadito de los sábados” de Ágora Mall es una feria semanal y un espacio creado para que microempresarios, artesanos y fundaciones que producen sus propios artículos puedan exhibirlos al público y venderlos sin tener que pagar nada por eso. “Es un espacio que hemos creado, como parte del programa de Responsabilidad Social, para que los artesanos den a conocer y vendan directamente a nuestros visitantes”, asegura Kenia Bisonó, gerente de Mercadeo de Ágora Mall, quien acompañó a varios artesanos a una entrevista en elCaribe, junto a Maribel Hernández y Keren Cirineo.

Personas como Lotys Acevedo, Cinthia Vargas y Raymond Aquino forman parte de los 30 y 50 artesanos con los que la gente se encuentra cada sábado en el Mercadito del establecimiento, ubicado en la avenida Abraham Lincoln, Santo Domingo. Por error, en una información publicada ayer en este diario (titulada “Artesanía: evidencia de que en la RD hay emprendedores), se dijo que los artesanos pagan para usar el espacio que les proporciona Ágora Mall para exhibir sus creaciones, cuando en realidad el espacio es gratis para los emprendedores. No tienen que pagar un solo centavo.

Por el contrario, esos artesanos tienen la posibilidad de que unas 30 mil personas que visitan el centro comercial Ágora Mall pueden tener contacto directo con ellos, lo que garantiza que también logran “cuajar” negocios con esos visitantes y con empresas que se sienten atraídos con lo que observan. “Las solicitudes que recibimos nos hacen entender que este es el medio idóneo para que las personas puedan comenzar un negocio”, expone Kenia Bisonó. “Las historias que cuentan las señoras y señores que envían las solicitudes son hermosas. Desde mujeres que quedaron viudas, sin recursos para enviar el hijo a la universidad, hasta personas que aprendieron el oficio vía algún pariente. 

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