Justicia y sociedad

La única forma de que el juez Alejandro Moscoso Segarra sobreviviera al escarnio y a las descalificaciones era dando ganancia de causa a la Procuraduría General de la República, mediante el envío a juicio de fondo al senador Félix Bautista.

La única forma de que el juez Alejandro Moscoso Segarra sobreviviera al escarnio y a las descalificaciones era dando ganancia de causa a la Procuraduría General de la República, mediante el envío a juicio de fondo al senador Félix Bautista.

¿Por qué?

La persecución judicial contra el señor Bautista y compartes fue expuesta por todos los medios de comunicación y las redes sociales. Fue materia de discusión general y varios fueron los paneles en que fue conocida. Aunque hacía tiempo que corrían las versiones sobre su supuesto enriquecimiento ilícito.

La mayoría de las opiniones fueron condenatorias. Los cargos: corrupción y enriquecimiento ilícito mediante el uso y abuso de poder. Tráfico de influencia y establecimiento de una red societaria para delinquir mediante el lavado de activos.

En la presentación de sus acusaciones, el Ministerio Público ganó un amplio respaldo social, político y popular, y de estamentos de poder. Fue en esa coyuntura en que el embajador de Estados Unidos lo visitó y estimuló por su lucha tenaz contra la corrupción.

El senador Bautista se convirtió en el centro de toda suerte de ataques. De hecho, no ejerció su defensa mediática y vino a reaccionar accionando judicialmente a través de sus abogados, siempre a la defensiva. Cuando se presentó al tribunal ya estaba condenado por una opinión mayoritaria.

La decisión de Moscoso Segarra sólo podía ser aprobada por la sociedad si acogía todos los pedimentos del Ministerio Público. Los argumentos de la defensa ya no tenían ningún valor. El senador ya estaba condenado.

Estos procesos, al margen de los elevados propósitos que muevan al Ministerio Público, están al influjo de la lucha humana, política y social. Quizás si la publicidad del proceso se hubiese reservado al escenario del tribunal, cuando fuese presentada la acusación, y se hubiesen valorado correctamente los artículos 15 y 16 de la ley 133-11 (Ley Orgánica del Ministerio Público) no estuviésemos presenciando estos desgarramientos y enfados en la sociedad que se proyectan contra la sana administración judicial. 

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