LeBron vuelve a ser un humano

¿Sigue siendo LeBron James el mejor jugador de baloncesto sobre el planeta? Sí. ¿Se acerca un cambio en ese aspecto? ¿Viene por ahí el momento en el que James ceda la poltrona de mando a otro fenómeno? Eso está más cerca que lejos.

¿Sigue siendo LeBron James el mejor jugador de baloncesto sobre el planeta? Sí. ¿Se acerca un cambio en ese aspecto? ¿Viene por ahí el momento en el que James ceda la poltrona de mando a otro fenómeno? Eso está más cerca que lejos.

Los seguidores del monstruo de Akron, Ohio, una legión inmensa que defiende a capa y espada al líder que les ha hecho moverse de Cleveland a Miami a Cleveland sin pensarlo dos veces, deben ir sopesando la realidad de que la producción de James irá en baja.

Para evitar confusiones con los tergiversadores que siempre tienen los rifles preparados, cuales francotiradores de primera, no me refiero a un desplome ni que dejará de dominar de hoy a mañana.

De hecho creo que veremos a un mejor jugador en la persona de James en términos de experiencia, la astucia en la cancha y la manera de aprovechar las debilidades de sus contrarios. Pero esos años de avasallar irán cayendo al recuerdo.

LeBron, que cumple 31 años en diciembre y lleva 11 campañas en la NBA, tiene un promedio de 25.7 puntos por encuentro, un registro de superestrella, pero que es el más bajo desde su año de novato con los mismos Cavaliers en 2003-04. Tiene una relación de 5.9 rebotes por choque, de la que nadie debe quejarse, pero es la más baja desde el mismo 2003-04, cuando compiló una de 5.5.

En las asistencias marcha excelente con un average de 7.3 por cada choque. Tira para un 49 por ciento de campo, que es el sueño de muchos. No obstante, de seguir así, sería la primera vez que no registra al menos 50 por ciento en ese departamento desde la estación de 2008-09, entiéndase en las últimas cinco contiendas consecutivas.

Igual tiene el promedio más alto de pelotas perdidas por juego de su carrera con 4.1. En 2010-11, tuvo un promedio de 3.6 balones perdidos por partido y es hasta ahora la cifra tope de su paso por el mejor baloncesto del mundo.

No es que desaparecerá ni mucho menos. Tampoco me sorprendería que gane par de coronas porque el paso del tiempo se traduce en ganancia para los talentos como él. Las manecillas del reloj bajan las revoluciones de cualquier motor, aun sea el de LeBron.

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