Este mes de abril será vital para el futuro político dominicano. Nuestras dos principales fuerzas (según las encuestas) aclararán su panorama electoral, al igual que el nivel de arraigo interno de sus líderes.El día 19 se reunirá el Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, PLD, y es muy probable que allí se defina la reelección, y como consecuencia, quién será su próximo candidato presidencial. En caso de que Danilo Medina lo decida, la realidad es que su figura se vislumbra vencedora, con el respeto que merecen los demás.
Todo indica que será un encuentro donde se debatirá con altura, en un ambiente de respeto y armonía, como es habitual. En las discusiones sobre tácticas y estrategias políticas y en las decisiones tomadas, este organismo ha sido exitoso. Basta observar los resultados electorales.
Mientras que el día 26, el Partido Revolucionario Moderno, PRM, tendrá su Convención Nacional para elegir su candidato presidencial. La lucha se centrará entre Hipólito Mejía y Luis Abinader.
Ambos se tratan como padre e hijo, y está la experimentada doña Milagros Ortiz Bosch organizando las votaciones, por lo que existen muchas posibilidades de que el proceso transcurrirá sin contratiempos de importancia.
De aquí se desprende que ya de forma abierta e indetenible arrancó la campaña electoral, aunque nunca nos hemos mantenido ajenos a ella; pero a partir de ahora se tornará más intensa, especialmente cuando entren al juego los candidatos al Congreso y a los municipios. Esto implica que los dominicanos desayunaremos, almorzaremos y cenaremos con política. Nuestras campañas políticas no están regularizadas. Se hace campaña todo el año, siendo el nuestro uno de los pocos países donde es ilimitada. Ese punto debemos mejorarlo. Sólo tenemos una débil norma establecida en los artículos 87 y 88 de la Ley Electoral, que indica que el período electoral comienza el día de la proclama y concluye el día de la proclamación de los candidatos electos, y que se hará a más tardar 90 días antes de las elecciones. Y campaña electoral y período electoral no necesariamente es lo mismo. Por suerte, nuestros partidos políticos están de acuerdo, al menos en teoría, en definir el tiempo de las campañas electorales. El Proyecto de Ley de Partidos y Agrupaciones Políticas señala que la duración de las precampañas y campañas electorales será fijada por la Junta Central Electoral, que proclamará su inicio y culminación con arreglo a la ley y en ningún caso podrá tener una duración mayor de tres meses.
Mientras tanto, esperemos tranquilos este mes de trascendencia para nuestra democracia y desarrollo como nación, con la esperanza de que todo transcurra en paz, como Dios manda.
