La cumbre entre EEUU y Cuba

La Séptima Cumbre de Las Américas se desarrolla en Panamá, como la versión más sustanciosa de los últimos tiempos, en medio del proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, después de más de 50 años de enfrentamientos.

La Séptima Cumbre de Las Américas se desarrolla en Panamá, como la versión más sustanciosa de los últimos tiempos, en medio del proceso de normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, después de más de 50 años de enfrentamientos.

Mientras la Cumbre se efectúa con un optimismo signado por Estados Unidos y Cuba, al mismo tiempo ocurre en medio de tensiones entre el gran país del norte y el gran aliado de Cuba, Venezuela.

La situación no deja de ser curiosa, por no decir contradictoria. En el pasado más reciente, sutiles tensiones entre los líderes norteamericano y venezolano. Y en el telón de fondo, Cuba, al margen de ese tipo de encuentro, pero con una amplia solidaridad regional.

Hoy deben reunirse los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, “en uno de los márgenes de la cumbre”, en el lenguaje de la diplomacia norteamericana, pero la realidad es que se trata de un encuentro con toda la formalidad debida.

El miércoles pasado, el presidente Obama, antes de abandonar
Washington con destino a Jamaica y la Cumbre de las Américas en Panamá, habló por teléfono con Castro. Era la segunda vez que conversaban un presidente norteamericano y uno cubano en cincuenta años.

Mientras, el jueves, el secretario Estado de EEUU, John Kerry, se reunió en Panamá con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en lo que obviamente fue la preparatoria para la cumbre de Obama y Castro.

Lejos del foco de atención, Venezuela, la gran aliada de los cubanos, que siempre han sabido escoger para sobrevivir en su larga historia de desacuerdos con Estados Unidos. Siempre ha habido a quienes sacrificar para salvar la obra de los hermanos Castro.

Aunque la agenda de Estados Unidos y Cuba está muy cargada, hay que esperar que Raúl se recuerde de Hugo Chávez y de su aliado Nicolás Maduro, en verdadero apuro, con una grave crisis económica y de gobernabilidad.

Por más de las Américas que sea esta VII Cumbre, la realidad es que se trata de la “gran cumbre” de Estados Unidos y Cuba. 

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