La gestión de la escuela dominicana (2 de 2)

En el artículo anterior destacamos la relevancia de la gestión en un sistema educativo y su relación con el logro de mejores aprendizajes.

En el artículo anterior destacamos la relevancia de la gestión en un sistema educativo y su relación con el logro de mejores aprendizajes. En el caso dominicano, citamos estudios que apuntalan oportunidades de mejoras importantes en las prácticas de gestión y liderazgo de los directores de escuelas que favorecen la calidad de la acción educativa.

En tal sentido, podemos señalar que en algunos directivos persiste la visión tradicional de liderazgo educativo, donde no hay cabida para atender efectivamente temas pedagógicos como planificación de la enseñanza, acompañamiento en el aula y evaluación de los estudiantes; parecería que tienen confusión en su rol de líderes de cara al aprendizaje, y que estos directivos entienden su función al margen de los procesos áulicos. Por otro lado, los referidos estudios aducen poca formación y conocimiento práctico de técnicas y herramientas básicas de gerencia (comunicación, trabajo en equipo, manejo de conflictos y gestión de la información -información interna de su centro, nivel de dominio de competencias que tienen sus docentes, cuánto y qué aprenden sus estudiantes, e información externa y macro del sistema educativo, de su comunidad y de la sociedad misma-).

También llama la atención que algunos directivos no se interesen por fortalecer su autoridad moral para mejorar el sentido de compromiso y responsabilidad de sus colaboradores. Finalmente, hay que mencionar la apatía que caracteriza a otro grupo respecto del involucramiento de las familias y la comunidad en la gestión de la escuela. En muchos centros se conforman los organismos de participación, pero sólo para cumplir con requisitos burocráticos; en la práctica, la participación comunitaria es un tema indiferente para el directivo.

Las oportunidades de capacitación que han provisto las diferentes instituciones gubernamentales a los directivos del sistema, si bien han sido valiosas, no parecen ser suficientes para crear una comunidad de líderes intermedios. Es urgente cumplir los compromisos 6 y 7 del Pacto, en cuanto a la instauración de una cultura de evaluación del sistema y la modernización de la gestión para elevar su eficacia, transparencia y su rendición de cuentas, y de esa manera, sustituir los viejos patrones de acción política y gremial que sesga los procesos de reclutamiento, selección y estabilidad en el sistema de docentes y directivos.

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