Los pros y contras de tener una familia numerosa

Las cosas cuando se planifican tienden siempre a salir mejor que aquellas que surgen porque las circunstancias lo dictaminaron.

Las cosas cuando se planifican tienden siempre a salir mejor que aquellas que surgen porque las circunstancias lo dictaminaron. Hoy por hoy, se habla mucho de planificación en todo orden, y muy principalmente en el orden familiar. Y es que procrear familia es un tema bastante serio, para no tomar en cuenta sus consecuencias no solo económicas también sociales y afectivas.

Una familia numerosa que sobrepase los tres hijos, no es muy común hoy día en los estratos familiares de ingresos económicos medio y medio alto, pero sí en los de ingresos bajos.

La falta de educación guarda un vínculo estrecho con la falta de planificación por más que se multipliquen los esfuerzos que se hacen en este sentido. Sin embargo, y aún sigue siendo minoría, en algunos casos se ve cómo familias de ingresos medio alto prefieren tener numerosos hijos.

Si bien es cierto que procrear muchos hijos nos apura económicamente hablando, nos quita privacidad con nuestra pareja y obliga a sacar el doble o triple de tiempo en comparación con aquellos que tienen uno o dos hijos, no lo es menos que tener muchos hijos nos aporta más momentos gratificantes, más alegría al hogar, más oportunidades de compartir, de interactuar, de minimizar los momentos desagradables, porque tenemos más brazos en los que apoyarnos. Una familia numerosa es el mejor medio para enriquecer las habilidades, desarrollar potenciales y aprender a compartir e interactuar sin reservas. Así también se valora el trabajo en equipo y se aprende a asumir responsabilidades.

Y es que no existe mayor gratificación que dejar un legado, “es el hecho de dar, aportar, entregar… Es por esto que la pareja toma la decisión de reproducir ese amor y procrear, para llamarse, desde ese entonces familia. Con la llegada de los hijos, los padres comienzan a poner de manifiesto todo lo que han aprendido de su familia de origen, por lo que, educar se convierte en un conjunto de experiencias únicas”, explica la psicóloga y terapeuta de familia Daysi Massiel Santana a la vez sostiene que se hace evidente un cambio en la vida de los padres.

“Con el nacimiento de los hijos, surge una motivación especial para luchar, mantenerse unidos, madurar y, sobre todo, para amar. Por otra parte, la llegada de los hijos implica una reestructuración ya que, la pareja debe definir y practicar nuevos roles y tareas que conlleve a un clima armonioso de la familia. Así que, en la medida en que la familia se multiplica y la descendencia es mayor; aumenta la compleja tarea de ser padres”, subraya.

Mientras mayor sea el número de hijos, mayores habilidades y oportunidades adquieren sus miembros pues, aquí radica la dicha de las familias numerosas. Son llamadas así a aquellas que poseen tres o más hijos y aunque para los padres conlleve un trabajo arduo su formación y educación, los hijos resultan mejores beneficiados de esta oportunidad, agrega la experta en familia.

Los pros

Entre lo favorable de tener familia numerosa, se cita el hecho de que cuando los hijos se relacionan con varios hermanos enriquecen sus habilidades sociales y aprenden a compartir más fácilmente. Están expuestos a lidiar en casa con diferentes personalidades, aceptando las diferencias, entendiendo que también es un ser único y especial. Se deja atrás el egocentrismo y se lucha por mantener ese “Yo”, diferente a los demás, pero que también debe acoplarse para crear interacciones saludables con el resto, explica Massiel.

Agrega que cuando los padres les otorgan responsabilidades pueden entender el trabajo en equipo, la proactividad y colaboración desde el mismo seno familiar. Fomentar estos valores, indudablemente, repercutirá en las actividades presentes y futuras de los hijos. Además, el que cada hijo cumpla con una tarea promueve el desarrollo de la autoestima, autonomía e independencia, ya que se sentirán importantes y capaces de cumplir con lo que se espera de ellos.

En ese sentido, dice que los padres desarrollan su creatividad, la llevan al límite al entender las diferencias de cada uno de los hijos y al tratar de suplir esas necesidades individuales. Aceptando que lo que le gusta a uno, no necesariamente tiene que gustarles a los demás.

“Ser hermanos equivale a convertirse en un equipo, donde se establecen relaciones verdaderas y permanentes de amistad, empatía y compañía, ya que cada uno de los hermanos debe aprender a entender las necesidades del otro y promover acciones que procuren el mantenimiento de la unidad. Es muy importar señalar que las habilidades que se adquieren en el intercambio con los hermanos incrementan las destrezas para relacionarse con otros, en espacios distintos del hogar, como en la escuela, el parque…”, subraya Massiel.

Además, continúa la especialista, las familias numerosas tienen la oportunidad se servirse de compañía, evitando el aislamiento y la soledad. Siempre hay alguien con quien hablar o jugar. De igual manera, el bullicio, alegría y risas dan vida al ambiente familiar. Es hermoso llegar a la vejez y tener como cuidadores y protectores a los hijos, eso llena de gratificación a los padres en esa etapa de la vida.

Los contras

Sin embargo, conforme a la experta en familia, tener una familia numerosa también conlleva tener presente ciertas limitantes. Una de las mayores preocupaciones que se forma la pareja antes de procrear es el tema económico, pues bien sabemos que mientras mayor es el número de miembros, más inversión necesita su mantenimiento.

“La disponibilidad de ahorro disminuye para suplir las necesidades básicas de los miembros, se postergan metas, o para alcanzarlas se requerirá de más tiempo y esfuerzo. El sostenimiento de una familia numerosa implica tener que buscar una mayor captación de ingresos para poder compensar los gastos del hogar”, dice.

En este orden afirma que los padres requerirán también de una adecuada administración de su tiempo, ya que es importante que cada hijo pueda tener momentos exclusivos y de calidad con sus padres.

“Muchas veces, los padres no saben cómo lidiar con el dilema de su vida social y familiar. Sería muy bueno destacar que la pareja debe establecer sus momentos de exclusividad, porque cuando solo se les dedica tiempo a los hijos y se descuida la relación de pareja, la familia puede perder su adecuada funcionabilidad y puede traer como resultado desequilibrios en sus miembros”, sostiene.

A nivel social, las personas se limitan a invitar en ciertas actividades a familias numerosas, especificando la cantidad de miembros que pueden asistir a ellas; así que, decidir quiénes van o no, se torna, en ocasiones, una tarea difícil.
En muchas ocasiones- amplía- con las familias numerosas hay que trabajar la puntualidad. Lograr que todos estén listos para asistir a un lugar a una hora acordada puede resultar una verdadera odisea. Situaciones como esta suelen verse con regularidad para llegar temprano al colegio o a una cita médica, por ejemplo.

Ser padres, no es una tarea fácil, requiere de tiempo, dedicación, tolerancia, pero sobre todo, amor. Los hijos son un gran tesoro que le agregan más valor y sentido a la vida, subraya la psicóloga.

Importante
Las familias numerosas, normalmente valoran más lo que poseen, porque entienden el sacrificio que conlleva llevar adelante a toda la familia. Suelen implicarse en las tareas del hogar, así como en la ayuda que necesitan sus padres o hermanos.

Desventaja
Una de las principales desventajas de la familia es que los padres se enfrentan a unos gastos mucho más grandes que en los casos de familias con menor número de hijos. Además, en algunos casos la implicación de los padres debe de ser mayor hacia sus hijos, lo que puede provocarles estrés.

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