Comestibles se exponen con peor cara en Mercado Nuevo

A tres meses y cuatro días de que un incendio afectara una parte importante de las instalaciones del Mercado Nuevo de la avenida Duarte de la capital, la imagen de ese lugar es poco atractiva para la vista, especialmente porque allí se comercializan&#82

A tres meses y cuatro días de que un incendio afectara una parte importante de las instalaciones del Mercado Nuevo de la avenida Duarte de la capital, la imagen de ese lugar es poco atractiva para la vista, especialmente porque allí se comercializan productos para comer.Cuando se trata de alimentos, las condiciones en que éstos se manejan es fundamental para no afectar la salud, y en el caso en cuestión la amenaza es permanente. El color negruzco del techo y de otras áreas afectadas por el siniestro, la colocación de cajas vacías y llenas de bienes de consumo -de un lado y de otro-, y el propio olor que en ocasiones se siente, no dejan espacio a la duda.

“Aquí la gente se choca con una realidad no siempre vista en otros lugares del mundo. Uno no se imagina cómo pueden comercializarse productos alimenticios en esas condiciones”, dice Joaquín Encarnación, un motorista que pasaba cerca del Mercado Nuevo cuando un equipo de prensa de elCaribe acudió al lugar. Joaquín no es el único que habla de eso. Carlos Pimentel, un ingeniero que por años ha residido en Villas Agrícolas (lugar donde está ubicado el centro de comercialización) asegura que “ni loco” que esté se atreve a comprar lechugas, embutidos, carne, tomates, repollo ni otros rubros que se expenden en el mercado.

“Luego de ocurrir el incendio en el Mercado Nuevo, el 4 de enero de este año, no ha habido ningún contacto con el Gobierno y la impresión que se tiene es que el expediente fue archivado”, asegura Luis Taveras, presidente de la Unión Nacional de Vendedores del Mercado Nuevo de la Duarte. Taveras no luce optimista ni conforme cuando aborda el tema y no hace el mínimo esfuerzo por esconderlo. “No vemos ningún tipo de negociación ni de esperanza. Estamos a unos tres meses de ocurrido el incendio. Recordamos que para enero de 2015 estaba pautada una reunión de seguimiento de los planes que había, pero jamás ha habido contacto”, asegura.

Según sus cálculos, con el incendio fueron afectados más de 200 comercios, y de paso, unas 1,500 personas entre propietarios y empleados que incursionan en distintas actividades comerciales.

“Hemos intentado contactar al Ministro Administrativo de la Presidencia para ver cuál es la situación, pero ha sido imposible. Y del Presidente ni hablar. Ahí es mucho más difícil de llegar. Nos han dicho que el síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, tuvo una reunión con el ministro José Ramón Peralta, que se dio a conocer incluso en los medios de comunicación. Para entonces se dijo que había unos 200 millones de pesos para focalizarlo en el remozamiento del Mercado Nuevo. A más de un mes de esas declaraciones no hemos recibido ningún dato”, apuntó Taveras.

El mercado nuevo tiene básicamente dos temas. Uno tiene que ver con la reparación del área donde se incendió y el otro es el traslado de los mayoristas, asegura Miguel Germosén, director de Servicios Públicos del Ayuntamiento, sin ofrecer mayores detalles “porque eso lo están manejando instancias superiores”. Los mercaderes por el momento no tienen planes de presionar para que les reparen el lugar de expendio, pero tampoco se quedarán inertes, dice su representante. Por el área afectada, el descenso de las ventas se calcula en un 50%, según Taveras. Una de esas personas que ahora vende menos es María del Carmen Adames, madre soltera de seis hijos. A esta mujer le une un vínculo de 16 años con el denominado Mercado Nuevo, que lleva ese nombre porque no ha habido forma de zafárselo, no porque tenga buenas condiciones. 

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