Si bien es cierto que me inscribo en el grupo que no pensaba que Álex Rodríguez tendría cuatro jonrones tan rápido en la temporada, creo que el designado de los Yankees de Nueva York también merece un reconocimiento por la forma en que se ha manejado.
Rodríguez, esculpido con una educación admirable, ha sido cuidadoso en su proceder en todo el sentido de la palabra. Cero ruidos, declaraciones llenas de sapiencia, en fin, maneja su guión con la astucia de aquel que sabe que libra una batalla contra muchos ojos a la espera de que falle.
Álex está en medio de una guerra contra un amplio segmento que le quiere ver destrozado. Las dudas sobre lo que queda para jugar pelota llueven con una facilidad pasmosa y las primeras señales de desconfianza salieron desde los mismos Yankees.
Hoy no solo rinde para el conjunto en términos ofensivos, sino que en el mal comienzo de la famosa escuadra se comportó como un líder al ofrecer palabras con luz. Y así continúa. No habla de sus logros, ni de alcanzar a Willie Mays ni del famoso bono de los seis millones de dólares por lograr la hazaña.
No cae en la trampa de sobredimensionar su excelente inicio con el garrote. Conversa con la prensa, latina y norteamericana, sin presentar las excusas de otros años. ¿Cuánto durará con esa apertura? Ni idea de la respuesta, pero es justo darle su mérito por el cambio de una conducta que le generó críticas durante mucho tiempo.
Espero que continúe firme en su plan de reconstrucción de la imagen que más deterioro ha sufrido en las Grandes Ligas en los últimos años. Tanto ha sido el daño que muchas veces pasa a un segundo plano que, quieran o no, los números de Álex son de un grande.
Apunte esto
A David Ortiz no le conviene abrirse muchos frentes…Ni con árbitros ni personalidades ni nadie…Que no se deje provocar…Inaceptable lo ocurrido en la final del baloncesto de Santiago…Arreglen eso, caballeros…Mis respetos para Luis Suárez y el Barcelona, que están imparables…Real Madrid tiene una señora prueba de fuego mañana…La postemporada de la NBA promete ser muy interesante.
