Centro de interpretación de la sal, un atractivo más de Montecristi

La creación de productos turísticos culturales y de naturaleza en polos emergentes como el de Montecristi, busca diversificar la oferta y brindar a los visitantes una experiencia diferenciadora. La reciente creación de un centro de interpretación&#823

La creación de productos turísticos culturales y de naturaleza en polos emergentes como el de Montecristi, busca diversificar la oferta y brindar a los visitantes una experiencia diferenciadora. La reciente creación de un centro de interpretación de la sal, transporta al visitante por los vericuetos de la cultura salina de esta zona, una tradición que data de antes de la llegada de Cristóbal Colón, puesto que los taínos producían sal.

En la actualidad, Montecristi es el mayor productor de sal del país, posee unas 300 salinas, gestionadas por unos 250 productores que dan empleos a más de 2000 personas. Estas salinas son las más antiguas del hemisferio occidental. El clúster turístico de Montecristi, decidió aprovechar los recursos que proporcionan las salinas para rescatar la cultura de la zona, elaborando un producto turístico con doble potencialidad, cultura y naturaleza.

El centro está rodeado de un entorno de espejos de agua en diferentes procesos. Aquí se acumula el agua al subir la marea, a través de los manglares que rodean las salinas, y al momento de la cristalización los espejos se tornan rojizos por el aumento de la salinidad. Todo esto se puede presenciar accesando a través de rampas de maderas sobre pilotes, que permiten el paso a personas con condición de discapacidad y adultos mayores.

El turista podrá, además, tener acceso a paneles interpretativos en dos idiomas y a la exhibición de herramientas de uso diario, lo que le brindará la oportunidad de vivir una experiencia interactiva y educativa.

Del mismo modo, podrá observar aves migratorias y endémicas que buscan su alimento cada día en las salinas y manglares, al visitar la Torre de Observación de Aves ubicada en el lugar, la cual se integra y respeta el bosque de manglares.

La caseta que alberga el centro, funge como un pequeño museo de la sal, aquí se muestran los utensilios que se utilizan para recoger la sal una vez cristalizada, la mayoría son de madera, ya que los de metal, como palas o rastrillos, se oxidan, por eso la carretilla para transportar la sal y las paletas para empujarla, son de madera. Aquí también se exponen otros elementos propios de la labor en las salinas.

El amanecer se pinta de luz y colorido, en medio del canto de una multitud de cucharetas y otras aves, que llegan a alimentarse de los microorganismos de las salinas; madrugar para ver este espectáculo de la biodiversidad local, atrae a los amantes del avistamiento de aves. Montecristi es un paraíso de anidaje de las aves migratorias en el Caribe.

Visitar a Montecristi nos llevará a descubrir las maravillas que distinguen a esta provincia, donde un dinosaurio de tierra echado a los pies del mar nos invita a recorrer el parque nacional del Morro, y a navegar entre manglares, por sus esteros y caños, una experiencia cultural, histórica y natural, que llenará todas las expectativas de aventura y entretenimiento del visitante.

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