Ley de partidos, mejor que nada

La Cámara de Diputados aprobó de urgencia una ley de partidos. Una lectura a la pieza, que debe ser conocida ahora por el Senado, obliga a preguntar por qué debió esperarse tanto.No se alcanza a ver en ese proyecto nada que los partidos…

La Cámara de Diputados aprobó de urgencia una ley de partidos. Una lectura a la pieza, que debe ser conocida ahora por el Senado, obliga a preguntar por qué debió esperarse tanto.

No se alcanza a ver en ese proyecto nada que los partidos no deban hacer, aún sin que existiese la norma, lo que significa que la ley no contendrá nada extraordinario. Es evidentemente una simple normativa que era necesaria para una institucionalización mínima de la vida de esas organizaciones; y especialmente abrir las puertas para que la Junta Central Electoral (JCE) pueda ejercer algunas funciones de supervisión de esas entidades.

Un detalle que probablemente no fue objeto de mucha discusión, que sin embargo tiene valor, es la prohibición de crear estructuras que tengan un carácter paramilitar y propugnen por el uso de la violencia, en ocasión de procesos electorales. Todo el mundo sabe que en los partidos siempre ha habido fuerzas de choque y grupos con esa vocación, que estimulan la violencia en los procesos electorales y han provocado derramamiento de sangre.

Aunque parezca una formalidad, como estaría proscrito, se podría documentar y denunciar esa práctica cada vez que los violentos entren en acción.

Después, todo es lo que ha debido ser. Se prohíbe el despojo de candidaturas, las vías denigratorias de los participantes; la prohibición del uso y abuso de los recursos del Estado. Se preservaría la cuota del 33% de la mujer. En fin, se establecen algunas normas para la marcha mínimamente decente de los partidos.

Los candidatos serán escogidos con la participación de sus miembros, como debe ser, pero en atención a las normas internas y en el momento que consideren de lugar. La restricción de las pretendidas primarias universales el mismo día no quedaría en la ley. Parecía un absurdo.

Las fuentes de financiamiento serían las establecidas, en la ley, sin límites para contribuyentes particulares, lo que continuará siendo un peligro.

Pero se aprobará una norma que mejorará con el tiempo. Y algo es algo para mejorar la vida de los partidos, hoy en crisis.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas