Faltan pocas horas para la pelea Mayweather- Pacquiao

EEUU._   Sólo faltan unas 60 horas para que llegue el !gran momento! Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, tras seis años de asidua tirantez, por lo menos a través de los medios noticiosos, subirán  al cuadrilátero para, sin más dilación, decirle&#

EEUU._   Sólo faltan unas 60 horas para que llegue el !gran momento! Manny Pacquiao y Floyd Mayweather, tras seis años de asidua tirantez, por lo menos a través de los medios noticiosos, subirán  al cuadrilátero para, sin más dilación, decirle al mundo quién es en realidad «el mejor boxeador de la actualidad kilo por kilo».

Este sábado, en la arena del emblemático hotel MGM de esta ciudad, estos dos titanes del boxeo, así los han sido bautizados los expertos, disputarán el cinturón welter. 

Es un título que será unificado debido a que ambos son monarcas y al mismo tiempo avalados por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB); Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y Organización Mundial de Boxeo (OMB). 

Aunque Mayweather es calificado como «el mejor boxeador del mundo», ante Pacquiao tendrá que validar ese honor. Por tal razón será en la anunciada batalla, con un  resultado  en buena lid, cuando se sabrá quién será galardonado con el trofeo. 

Además de los cinturones aportados por los citados organismos, al ganador le será entregada una faja “muy especial” chapada de diamantes y que aportada el CMB, según el anuncio de su presidente Mauricio Sulaimán.

Pacquiao, la noche del lunes, hizo su arribo –desde Los Ángeles- a esta ciudad y fue recibido por decenas de fanáticos que lo esperaron con una ruidosa algarabía en el hotel Mandalay Bay. 

El martes, a insistencia de periodistas, el filipino dijo algunas palabras en las que dejó bien claro que “está listo para la pelea”. 

“Me siento bien, muy bien y vamos a ganar esta pelea, la pelea que estuve esperando por años”, postuló Pacquiao quien tiene foja profesional de 57-5 -2 con 38 triunfos por nocaut. 

Su llegada a Las Vegas se produjo acompañado de varios de sus hijos, entre ellos una pequeña de poco más de un año y que cargaba en sus brazos cuando abandonaba el moderno autobús. Fue escoltado por su entrenador, Fraddie Roach y varios miembros de su equipo. Vigilado por guardias de seguridad que impidieron que periodistas se acercaran al estelar peleador filipino ganador de siete coronas mundiales en diferentes divisiones.

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