Como quien no quiere la cosa tengo más de un año escribiendo en elCaribe cada lunes. Este sería el artículo número 56, el primero tiene fecha 07 de Abril de 2014 y “parece que fue ayer”.
elCaribe, como todos los medios importantes del país, pertenece a un grupo económico que no se dedica sólo a la comunicación, con posturas y ejecutorías con las que probablemente no coincidimos, pero que no han impedido mi total libertad para escribir. Las únicas limitaciones han sido el espacio, el cuidado a las buenas costumbres y el respeto de la honra ajena.
Usualmente no escribo sobre actualidad ni política, quizás por carecer aún de la vista de águila necesaria para captar el mejor ángulo de la noticia en formación y no poseer la práctica para hacerlo en poco tiempo. Pero aprenderé.
Entonces como tengo total libertad, aunque soy abogado de profesión, no abordo solamente temas jurídicos, sino que me permito otros que me son gratos. Incluso, algunos muy personales que imagino lo publican por contener algún dato humano o algo así, como el que le escribí a mis hijas, Mairely y Mariely, para su cumpleaños en agosto pasado titulado: “Ellas”.
En este primer año mi gran decepción ha sido el sector justicia, que es mi tema natural por ser abogado y, de los operadores del sistema, algunos “jueces-políticos-supremos”, los otros “supremos” y los jueces de base, los de carrera, los de verdad, los que deciden apegados a la Constitución y a las Leyes, a esos los defiendo.
Estoy consciente que cuando se tienen pocas e incompletas lecturas y no se es un perito en escribir, será siempre tan difícil redactar 500 palabras como taladrar una roca (Hemingway). Aunque en ocasiones sale de una sentada y hasta legible.
Incluso he pensado escribir de otros temas por un tiempo, quizás más importantes y perennes. Como serían:
1. Un análisis fonético del habla de “los chinos de Bonao”.
2. Un artículo técnico sobre “Polo”, Barahona.
3. Un estudio gustativo del “Mabí
seibano”.
4. Una serie sobre los cocolos de San Pedro.
5. Una apología de los desaparecidos cines “Lido” y “El Coloso”.
6. Una descripción del proceso de
elaboración del dulce de Baní y del vino de Neiba.
7. Una comparación entre la yuca
mocana y la de Yamasá.
8. Una transcripción de un diálogo sobre “alta política” entre Lachapelle (¡siempre fiel!) y Melecio Morrobel.
9. Una historia de la barba legendaria de Compadre Mon; y, quizás;
10. Una breve biografía de la Ciguapa sureña.
Así me divertiría más que observando nuestro aburrido día a día, siempre pesado, circular y maloliente.
Lo grande es que en elCaribe puedo escribir todo esto dentro del libérrimo y “breve espacio” de mi columna, deben creer que tengo lectores. También me permiten –y esto no tiene precio- los guiños a los amigos, la ironía y la risa, que siempre es liberadora (Jorge Amado).
Este artículo es mi celebración y mi agradecimiento.
¡Ahh, la vida! l
