Cuidado con las gangas en electricidad

Una información publicada el 24 de enero del 2014 en CentralAmericaData.com, estableció que una empresa china, la China Machine New Energy Corporation (CMNC), que había sido contratada a su vez por la empresa Jaguar Energy de Guatemala para construir&#

Una información publicada el 24 de enero del 2014 en CentralAmericaData.com, estableció que una empresa china, la China Machine New Energy Corporation (CMNC), que había sido contratada a su vez por la empresa Jaguar Energy de Guatemala para construir una planta de carbón de 300 MW en Escuintla, fue despedida en diciembre del 2013 por demandar pagos adicionales ascendentes a US$1,500 millones, los cuáles representan “tres veces el valor del contrato de construcción”.

Si la información publicada por CentralAmericaData.com es correcta, algo que realmente dudamos, el contrato llave en mano firmado entre Jaguar Energy y la empresa china establecía que la primera pagaría a la segunda US$500 millones por la construcción de una planta de 300 MW, lo que arroja un precio de US$1,666 por kW o US$1.66 millones por MW.

Lo que motiva nuestra incredulidad sobre la información es precisamente el precio del MW que resulta de lo publicado. Los costos de las diferentes tecnologías de generación de electricidad son ampliamente conocidos en la industria. Una publicación de abril del 2013 del U.S. Energy Information Administration (EIA), titulada Updated Capital Cost Estimates for Utility Scale Electricity Generating Plants, establece que el costo de capital de un MW de una planta de carbón convencional oscila entre US$2.93 y US$3.25 millones por MW, dependiendo de si es tecnología dual o simple. Dichos valores se disparan si las plantas incluyen tecnologías para la captura y secuestro del carbón (CCS), llevando el costo de capital del MW a niveles que van de US$4.73 a US$5.22 millones, dependiendo de si son unidades duales o simples. Dicho estudio revela también que para el caso de generación convencional en base a gas natural en ciclo combinado el costo de capital por MW es de US$917,000. Si es de generación avanzada, alcanza US$1.02 millones. En el caso de la energía eólica, el costo de capital por MW es de US$2.21 millones. Como se puede observar, existe una regla de precios por MW fácil de memorizar para las tecnologías de generación eléctrica: un millón para el gas, dos para el aire y tres para el carbón.

Siempre se ha sabido que las plantas de carbón son mucho más costosas que las de gas, las de fuel oil y los molinos eólicos. ¿Cómo se explica entonces que Jaguar Energy haya realmente creído que la empresa china CMNC podía ofrecer una planta de carbón de 300 MW por US$500 millones, arrojando un precio por MW de US$1.66 millones, prácticamente la mitad del precio que la EIA estima para esta tecnología de generación? Las razones son desconocidas.

En ocasiones se ha escuchado que muchas empresas globales, incluyendo algunas empresas chinas, para asegurarse su elección en licitaciones internacionales para la construcción de grandes obras de infraestructura física y tecnológica, adoptan como estrategia ofrecer precios muy por debajo de los precios de mercado. Una vez ganan la licitación e iniciada la construcción, sucede una serie de “contratiempos” e “imprevistos” que dan lugar a la apertura de voluminosos libros de sobrecostos que al final, en el mejor de los casos, llevan el costo de las obras a niveles compatibles con los de mercado. Una planta convencional de 300 MW de carbón pulverizado, dependiendo de si es dual o simple, según la EIA debe salir entre US$879 y US$975 millones. Si en una licitación se presenta una empresa con un precio de ganga de US$500 millones, prepárese para una sucesión de reclamaciones de “sobrecostos” que se irán produciendo, más allá de los razonables que podrían justificarse debido a aumentos en los índices de precios de las partidas que conforman el presupuesto de la planta contratada durante su ejecución.

En el caso de Guatemala, la información publicada por CentralAmericaData.com deja entrever que los sobrecostos ascienden a US$1,500 millones para una planta de 300 MW de carbón inicialmente contratada por US$500 millones, una información aparentemente incorrecta, pues implicaría un costo de capital por MW de US$6.66 millones, superior incluso al de las plantas de carbón con tecnologías para la captura y secuestro del carbón.

De ahí la importancia que en los procesos de licitación de obras grandes y costosas, la empresa que convoca la licitación se acoja fielmente a las normas internacionales que a través de mecanismos de decantación, dejan fuera a empresas globales que piensan que en estas latitudes las decisiones son tomadas por seres unicelulares.

Hizo muy bien la CDEEE al contratar los servicios de la firma norteamericana Stanley Consultants, con más de 100 años de experiencia a nivel global en consultoría de ingeniería enfocada en el área de la electricidad, agua, transporte y medio ambiente, para asesorar en todos los aspectos técnicos de la licitación pública internacional para la selección de la empresa que asumiría la responsabilidad de la ingeniería, procura y construcción de las dos plantas de carbón pulverizado en Punta Catalina. La rigurosidad aplicada en el cumplimiento de todas las especificaciones técnicas establecidas en el proceso de licitación, le evitará a República Dominicana sorpresas desagradables como las recibidas por Jaguar Energy en Guatemala.

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