Santiago. Durante 35 años, Martín Núñez vivió con temor a que la cañada de Buenos Aires inundara su casa y arrastrara sus ajuares.Pero junto a Martín y otras 47 familias fueron desalojadas por la alcaldía de Santiago y aún están a la espera de que concluya los seis edificios de apartamentos que les permitirán vivir con dignidad. Las casas que habían levantado en la ribera del afluente fueron destruidas y sus propietarios alojados en viviendas alquiladas. La obra, prevista para ser concluida en 90 días, contempla el encajonamiento de 300 metros de la cañada que atraviesa la comunidad Los Salados y Buenos Aires, al norte de Santiago.
Daniel Núñez, de la junta de vecinos, dijo que como comunitarios se mantienen vigilantes para verificar que serán los desalojados los verdaderos beneficiarios. La alcaldía no ha informado cuánto invierte en el proyecto.
