Después que en el país se materializó el Frente Patriótico, hace casi dos décadas, se puede dar cualquier alianza electoral. De hecho, coaliciones como el Acuerdo de Santo Domingo y, más recientemente, el Bloque Progresista, han agrupado organizaciones políticas de diferentes colores y muy distintas ideologías. Los rojos, los más pragmáticos del sistema, se unieron a los blancos en el 2006 para conformar la alianza rosada, y en el pasado proceso electoral se juntaron con los morados en una especie de alianza púrpura. Es decir, que en materia de acuerdos electorales, se han dado prácticamente todas las combinaciones. Por eso, a nadie debe extrañar que los perredeístas, dispersos en varios partidos, ahora se unifiquen, o que por lo menos lo intenten. Ellos son blancos, y aún están a tiempo de entenderse…
Matrimonio tras el divorcio
Quizás para muchos sea difícil entender que los perredeístas no hicieran lo que tenían que hacer para evitar la división, y ahora busquen reconciliarse. Pero la política es cambiante, y así como en un momento no podían cohabitar, hoy necesitan unirse. Hasta ahora no hay nada concreto, solo intenciones, pero antes ni eso había. No importa que sea Convergencia, Bloque de la Esperanza o Frente Opositor. Todo indica que hay una buena oportunidad de que el PRD, el PRM y hasta el PRSD, concurran aliados a las próximas elecciones. Tampoco importa mucho cuál de los partidos encabece la alianza, sino cuál aporte el candidato presidencial, pues no es lo mismo lo primero que lo segundo. Todo dependerá del momento. Si la alianza se produce hoy, por ejemplo, el PRD podría encabezarla, por las razones históricas y políticas que enarbola Miguel Vargas, pero el candidato sería Luis Abinader, debido al arranque auspicioso que ha tenido. Quizás por eso, desde el PRD se plantea comenzar por las candidaturas al Congreso y los cabildos…
