El país quiere soluciones

Al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) hay que recordarle una máxima que se le cantaba a la gente de otro partido que a base de sus disputas perdió una parte de la valoración que tenía entre los dominicanos. Era una expresión que respondía&#8

Al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) hay que recordarle una máxima que se le cantaba a la gente de otro partido que a base de sus disputas perdió una parte de la valoración que tenía entre los dominicanos. Era una expresión que respondía perfectamente a los dislates que a veces terminaban en violencia. No ha sido el caso, pero como van, cualquier cosa puede ocurrir, incluidos riesgos institucionales.

El país tiene suficientes tribulaciones y no es menester agregar una más como pan nuestro de cada día: “la crisis del PLD”. No hay actividad social que congregue gente en que ese tema no aflore. Y es comprensible, toda vez que es la organización que tiene el control del gobierno, con la agravante de que sus dos principales figuras están en el centro de la confrontación.

No se exagera si se afirma que mucha gente se siente inquieta y hasta estresada. Y que algunas personalidades cuando dicen que están preocupadas hablan con sinceridad.

Ahora está en el Senado el proyecto de ley de reforma de la Carta Fundamental que es la Constitución. El proyecto es un reflejo de la lucha por el poder.

Pero esa lucha entre los peledeístas no tiene que ser parte de los grandes problemas nacionales. La Nación no se merece ese estado de conflictividad. Hay tantas necesidades y urgencias que otras debían ser las prioridades que concentren la atención nacional.

Perturba a muchos hogares la escasez de agua. La causa que la hace más visible es la sequía. Pero reportes de este diario reflejan que hay un grave déficit de los sistemas de suministro en el país por falta de infraestructuras clave. Y que un alto porcentaje de los hogares jamás la han recibido. Eso sí debe preocupar.

Está en la agenda pública el destino del servicio eléctrico, pendiente de un pacto del cual ya ni se habla. Eso sí debe preocupar.

El sistema de la seguridad social amerita una seria reforma, de modo que pueda satisfacer a los ciudadanos. Es prioritario que se agote el programa de reforma del sector salud.

El país espera soluciones, no confrontaciones entre quienes deben gobernar. 

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