Compran solares en puente y cañada

Santiago. El puente y parte de la cañada en Pontezuela, en la división territorial entre los municipios Tamboril y Santiago, son ocupados por particulares para instalar casuchas y hasta empresas.

Santiago. El puente y parte de la cañada en Pontezuela, en la división territorial entre los municipios Tamboril y Santiago, son ocupados por particulares para instalar casuchas y hasta empresas.A pesar de que forman parte del cauce del afluente, algunos de los presuntos propietarios alegan que compraron solares al módico precio de 17 mil pesos. La zona del puente ha sido convertida en un caos, debido a que fue tomada, además, como parada para la ruta de concho CJ 27 y de taxistas. Mientras, sobre la cañada comenzó a ser construido un pequeño edificio de tres niveles que serviría para alojar a la empresa de taxi River. En el cauce también colocó la antena transmisora, aunque la alcaldía colocó el letrero de que la obra era ilegal. “El que está construyendo la obra me dice que pagó 17 mil pesos para adquirir este pedazo de terreno y que el que dice ser dueño ofertó a otras personas”, expresó el comerciante Diego Mata.

Todo un caos

A escasos metros y tapando prácticamente la cañada, a la que le echaron tierra y la dejaron prácticamente tapada, fue construido un taller. Encima también levantaron casas y otros pequeños negocios, como billar, colmados y frituras.

Ariel Escarramán reconoce la problemática que enfrentan con los vehículos y las intenciones de apropiación del área verde, por lo que llama a buscar solución. La cañada es atravesada por dos afluentes, uno de Gurabo y otra en la comunidad El Jobo.

La parada de Pontezuela no es la única ocupada por supuestos dueños, y en la que está en la carretera Santiago-Licey han levantado todo tipo de negocios hasta viviendas suntuosas, sin embargo, lo que llama la atención de quienes transitan por esta vía es la sobrecarga que aportan los clientes que acuden a estos negocios y usan ambos lados de la vía para parqueo.

Autoridades parecen ignorar el problema

En un trayecto de más de un kilómetro, en vez de agua se observan neumáticos, basura más el hedor que se desprende por la contaminación que aportan estos ocupantes. En la comunidad sienten cierta impotencia, pues se ven en medio de la nada, ya que al estar en la línea limítrofe de ambos municipios, ninguna de las dos alcaldías se conduele en asumir el problema.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas