Crece negocios de los parqueos informales

Largas filas de vehículos estacionados en la periferia de instituciones públicas y privadas revelan que los estacionamientos de la mayoría de los edificios en el Gran Santo Domingo crecen de forma inversa al parque vehicular de la capital que sobrepasa

Largas filas de vehículos estacionados en la periferia de instituciones públicas y privadas revelan que los estacionamientos de la mayoría de los edificios en el Gran Santo Domingo crecen de forma inversa al parque vehicular de la capital que sobrepasa los tres millones de unidades.

A consecuencia de la demanda de parqueos, la cual, en la mayoría de los casos, no es satisfecha por los garajes de los establecimientos públicos y privados surge una “actividad comercial” que conlleva al empeoramiento del tránsito vehicular, cuyo campo de trabajo será la vía pública.

La situación empuja a que los perímetros donde convergen oficinas del Estado y empresas de diferente índole se conviertan en extensiones de parqueos que, al parecer, no dan abasto para responder a los vehículos de empleados, visitantes y clientes.

“No se preocupe que aquí usted no estará mal parado”, aseguraba el “parqueador” Carlos Miranda, la mañana de ayer, mientras indicaba con sus manos el espacio que ocuparía el conductor de una yipeta en la calle Arístides Fiallo Cabral, detrás del Ministerio de Educación.

Para diferenciarse, algunos de estos parqueadores utilizan pitos y chalecos reflectivos para ser reconocidos por los conductores que buscan “un espacio libre” para su vehículo.

El negocio parece lucrativo. Sólo en algunos tramos (tres esquinas) que comprenden las calles Arístides Fiallo Cabral y la Pedro Ignacio Espaillat ayer estaban estacionados poco más de 150 vehículos. El hecho de que en esta zona residencial de Gascue ocurra esta situación de caos vehicular encuentra razón en que allí operan instituciones como el Banco Central, Bienes Nacionales, Impuestos Internos, el Ministerio de Hacienda, entre otras.

En tanto, muchas calles que comprenden el Centro de los Héroes se han convertido en un amplio parqueo improvisado, donde se estacionan diariamente cientos de unidades vehiculares, generando beneficios a decenas de personas que se dedican a parquear, vigilar y hasta limpiar los vehículos.

En un día, según Carlos Miranda, se puede ganar de 500 a 1,200 pesos, todo dependerá de lo dadivoso que sea el conductor.

“En esto lo más difícil es la persecución de la Policía, que, a veces, no te deja trabajar tranquilo”, reflexionó. “Si no hay parqueos, y lo que hay es la calle, aunque no estemos aquí los parqueadores, como quiera la gente se va a parquear. ¿A quién puede molestar que trabajemos en esto? 

Peligros de dejar un vehículo en la calle

Marino Reyes tiene ocho años como parqueador, su parqueo vehicular es el carril izquierdo y derecho de las calles Pedro Lluberes y la Moisés García, que le es transversal, donde se ubica el residencial Doña Bienva. Explica que por garantizar un parqueo y el cuidado del vehículo puede ganar 30 pesos por unidad. Sin embargo, a pesar de su vigilancia, algunos objetos de los vehículos, como espejos, son sustraídos por rateros que andan al acecho. 

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