El dirigente político de izquierda Ramón Almánzar murió en la Clínica Abreu, de Gazcue, pasadas las 1:30 de la tarde de ayer miércoles, tras sufrir un infarto en sus oficinas.Almánzar, de 62 años e ingeniero agrónomo y abogado de profesión, era el vicepresidente del Movimiento Patria Para Todos (MPT) y se distinguió por su entrega a la lucha popular y defensa a los más desposeídos. Su cuerpo está siendo velado en la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln y será sepultado en horas de la tarde. Hoy a las 2:00 de la tarde su cuerpo será trasladado al local de partido Patria Para Todos, en la avenida Bolívar, donde se le brindará un breve homenaje y de ahí sus restos serán llevados a las 4:00 de la tarde al cementerio Jardín Memorial.
Almánzar estaba casado con la socióloga María Cantisano, recién electa candidata vicepresidencial de Patria para Todos, y con quien procreó tres hijos.
El doctor Fulgencio Severino, candidato presidencial de Patria para Todos, valoró la trayectoria personal y política de Ramón Almánzar, de quien recordó, desde muy joven ingresó a las actividades políticas como militante de la Línea Roja del 14 de Junio (1J4), y posteriormente fue de los fundadores del Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD).
Tras destacarse en las luchas populares de los años 80 y 90 fue fundador del movimiento Nueva Alternativa, que luego de transformarse en Alternativa Revolucionaria lo postuló a la presidencia de la República en dos ocasiones.
Almánzar era egresado de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Laboró por 17 años en la Secretaría de Agricultura y fue presidente de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas (Anpa).
Pesar por su muerte
La muerte de Ramón Almánzar ha causado sorpresa y pesar en los movimientos de izquierda y populares del país.
Dirigentes y compañeros de lucha como Iván Rodríguez, Fidel Santana, Higinio Báez, Secundino Palacios, Manuel Salazar y Virtudes Álvarez, entre otros, manifestaron su dolor ante el hecho. Todos coincidieron en señalar la firmeza de sus convicciones revolucionarias e ideales de izquierda, ideología que abrazó hasta la hora de su muerte.
