Con el compromiso por parte de sus familiares y compañeros en la lucha social y política de seguir su ejemplo de vida, fue sepultado la tarde de ayer el cuerpo del dirigente de izquierda Ramón Almánzar.Ramón Almánzar, de 62 años y vicepresidente del Movimiento Patria para Todos (MPT), murió en la Clínica Abreu, de Gascue, pasadas las 1:30 de la tarde del miércoles, tras sufrir un infarto en sus oficinas de la calle Lea de Castro, del mismo sector.
La tarde de ayer, decenas de dirigentes y militantes de la izquierda revolucionaria dieron el último adiós en el parque cementerio Jardín Memorial al ingeniero agrónomo y abogado de profesión, que desde muy joven ingresó a las actividades políticas como militante de la Línea Roja del 14 de Junio (1J4), y posteriormente fue de los fundadores del Partido de los Trabajadores Dominicanos.
Durante el panegírico, el secretario general del MPT, Iván Rodríguez, describió a Almánzar como un hombre honesto e indoblegable, defensor incansable en la lucha por alcanzar la soberanía plena de la nación y el bienestar del pueblo.
“Fue un ser humano excepcional, que tenía como meta la solidaridad para con todo aquél que necesitara de él”, afirmó Iván Rodríguez, quien exhortó a su familia, esposa, hijos, madre y hermanos, así como a toda la militancia revolucionaria y en especial a la del MPT, a convertir la pena y tristeza que los embarga en fuerza y fortaleza para alcanzar los objetivos por los que él vivió.
También el dirigente Manuel Salazar, secretario general del Partido Comunista del Trabajo (PCT), llamó a mantener vivo al militante que fue Almánzar, de quien aseguró “tenía una militancia que se ha ido perdiendo: esa militancia de voluntad política para hacer aquello en lo que se cree cuando sea necesario y en el momento que sea necesario”.
Narciso Isa Conde, coordinador del Movimiento Caamañista, expresó que no se puede hablar de Ramón Almánzar sin hablar de los momentos memorables de la lucha de la Asociación Nacional de Profesionales Agrícolas en la búsqueda de mejorar el campo, así como de las gloriosas jornadas encabezadas por los comités de lucha popular, de quien fuera uno de los más destacados dirigentes y voceros.
Sus hijos Amelia y Amílkar recordaron la entrega y dedicación como padre de Almánzar.
