“Proceder de una familia con tradición musical es maravilloso”

Él forma parte de una generación de músicos: los Diná. A sus seis años comenzó a tocar el violín, pero fue recién cumplidos los diez cuando descubrió a su fiel compañero y confidente, el piano. Sin pensarlo mucho, a sus 16 decidió dedicarle&#82

Él forma parte de una generación de músicos: los Diná. A sus seis años comenzó a tocar el violín, pero fue recién cumplidos los diez cuando descubrió a su fiel compañero y confidente, el piano. Sin pensarlo mucho, a sus 16 decidió dedicarle su vida a pesar de los prejuicios sociales acerca de vivir de la música.

“Como carrera tiene demasiadas salidas, lo que pasa es que vivimos en un país que margina las artes y le llena la mente a las personas que no son artista con falacias”, afirma rotundamente Fernández, quien se considera apasionado, sentimental y ordenado en cuanto a su estilo de interpretación, y que recientemente finalizó sus estudios de maestría con altos honores en la Universidad Estatal Stephen F. Austin, en Texas, EE.UU.

¿Qué se siente ser parte de una familia de músicos?
Proceder de una familia con tradición musical es simplemente maravilloso, pues todos comprenden 100% lo que hago y se llenan de orgullo por mis logros. Me hacen críticas constructivas, hablamos el mismo “idioma”, pasamos largas horas charlando sobre música o escuchándola, vamos juntos a conciertos o simplemente compartimos chistes por Facebook o Whatsapp sobre música. Lo mejor de todo es que la vida de un músico es extremadamente sacrificada y no todo el mundo puede entender o apoyar esto, pero mi familia sí, ya que la música forma parte de nuestra vida diaria.

¿Fue difícil tomar la decisión de ser músico en un mundo donde se dice que no es una carrera de la cual se pueda vivir “dignamente”?
Para nada. Siempre quise ser músico. Sí es cierto que a lo largo de mi vida he encontrado personas que hacen uno que otro comentario desagradable, pero en vez de enojarme pienso: “Pobre, estás muy ajeno a la realidad y no conoces esta vida, por lo que no puedes ver otras opciones más allá de las tradicionales, pero no te preocupes, yo te demostraré que sí se puede”.

De todas las cualidades del piano, ¿cuál te enamora a diario?
La reacción del instrumento a la hora del toque. Me asombran los diversos colores o sonidos que puedo obtener del piano. Esto depende de cómo presiones la tecla, con qué acción o emoción, lo que hará que cada sonido sea totalmente diferente y tenga personalidad propia. Y a eso le sumo el pedal que, según el gran pianista Arthur Rubinstein, “es el alma del piano”.

En comparación a otros, es un mundo mucho más competitivo. A tu entender, y a pesar de tu corta edad, ¿qué entiendes hay que hacer para lograr notoriedad en el mercado?
En un mundo tan competitivo como el de hoy, con cien mil personas igual de buenas o mejores que tú en cuanto a formación académica y maestros, las únicas herramientas que puedes explotar para destacar y triunfar son ser tú mismo, recordar bien y sentirte orgulloso de dónde vienes, trabajar sin descanso hasta llegar a la meta que te planteaste y plasmar quién eres realmente y tu cultura en tu trabajo. Pienso que este es el verdadero secreto.

¿Quiénes han sido un bastón fundamental en tu carrera durante el trayecto?
Mi familia, la cual amo y adoro con locura, pero en especial mi madre y mi abuela, quienes siempre me han levantado cada vez que me he sentido derrotado, y también celebrando mis victorias. Además mi gran mentor, el profesor Iván Domínguez, el cual considero mi segundo padre, y mi querida maestra Lillian Brugal, que me ha dado tanto cariño y tantas horas de su tiempo y experiencia.

¿Cómo percibes la escena pianística joven actual en RD?
Creo que es tiempo de demostrarle al mundo que nuestro país no es sólo tierra de peloteros, es también de muy buenos músicos, y en especial de excelentes pianistas. Estoy seguro de que si aquí se dieran las condiciones, que podamos tener más conciertos y una temporada para los artistas jóvenes, estaríamos deseosos y muy orgullosos de presentarnos en nuestra patria. Esto traería como consecuencia una vida musical y cultural mucho más rica, más oportunidades de trabajo y reconocimiento para los músicos clásicos, que nuestros talentos no se quedaran solo en el extranjero, y que cada vez más jóvenes a los que les apasiona la música clásica quisieran dedicarse a ella, en lugar de conformarse con hacer una carrera tradicional, porque “no se puede vivir de la música clásica”.

¿Qué es lo que más te gusta del mundo de la música? ¿Y lo que menos?
Lo que más me gusta es el hecho de poder transmitir sentimientos y pensamientos de los compositores a través de la ejecución, pero a la vez añadir tu firma como artista a la obra de ellos. Viajar el mundo, conocer colegas y trabajar haciendo lo que amas. Lo que menos me gusta es la competencia insana, la envidia entre colegas. El músico es una de las mejores personas del mundo, pero a veces puede ser una de las peores; aunque esto se vive a diario sin importar la profesión.

Vitales
Cuatro cosas no deben faltarle a un estudiante de piano: tesón, disciplina, un buen maestro y una familia que lo apoye”.

En agenda
Próximamente cursaré un Doctorado en Música, especializado en piano performance. Y apuntaré la vista hacia más competencias y presentaciones en el país y en el extranjero”.

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