El personaje
Altagracia Diluvina Burgos, cuyo nombre artístico fue Divina Gómez, en foto de agosto de 1955, es un personaje del siglo XIX, ya que nació en 1893, en Moca. Arriesgada y aventurera para su época, en 1911 se unió a un circo peruano-guatemalteco que llegó al país y que luego se trasladó a La Habana. Divina contrajo matrimonio con un rico cubano y abandonó el circo, mientras se convertía en una actriz consumada y viajó a varios países de Europa, actuando principalmente en compañías españolas. Además de actriz, cultivó la comedia, el canto y el baile. En el 1923 perdió la voz, lo que era todo para ella, y prácticamente llegó a la quiebra en busca de cura. A su regreso al país, fue contratada por La Voz del Yuna, luego La Voz Dominicana, y fue maestra de varios actores como Ana Gómez, Julio Aníbal Sánchez y Manolo Noruega. Hizo adaptaciones para la televisión de importantes novelas como “Los Árboles Mueren de pie” de Alejandro Casona, la que dirigió y en la cual actuó.
Sus obras
Fue creadora de excelentes grupos teatrales, los cuales fueron muy destacados en sus actuaciones, y en esta foto del 9 de noviembre de 1955 la vemos mientras encarna a Laura, del tele programa “Primavera”. Llegó a actuar en importantes escenarios internacionales como el Teatro Arena Hispana de New York, con la obra de Federico García Lorca “La casa de Bernarda Alba”. El 30 de octubre de 1956, viajó a México donde filmó con una empresa mexicana en los estudios de San Ángel, la película “La Máscara del Zorro”. El 26 de marzo de 1959 escribió el oratorio “Jesús ante sus Jueces”, dedicado al gobernante Rafael Trujillo. En 1970 escribió un libro, dedicado a todas las madres dominicanas, llamado “Brotes del alma”, en el cual ella explicaba mediante poesías sus experiencias como actriz y cantante.
Homenajes y reconocimientos
A lo largo de su vida, doña Divina recibió muchos homenajes, como la reunión celebrada por sus amigos el 20 de enero de 1952, que se reunieron para celebrar el 45 aniversario de su vida en el teatro. Otro importante homenaje es el que nos presenta esta foto, publicada en El Caribe el 15 de febrero del 1955, la cual nos muestra algunos de sus compañeros agasajando y dando muestras de cariño a su maestra, con motivo de la publicación de su obra “Los consejos de Doña Rosa”. Esta celebración fue en su casa, donde se presentaron con un ramo de flores a nombre de sus alumnos. El l4 de noviembre de 1968, fue condecorada con la Orden de Cristóbal Colón, en el grado de Caballero, por su labor artística, y en ese mismo año, la maestra de generaciones de artistas fue homenajeada en el Palacio de Bellas Artes. En el 1998, el Gran Teatro del Cibao denominó con su nombre una de sus salas. En el 1999, en Moca, se develizó una tarja y una pintura en su honor, y fue declarada Hija Meritísima de la Provincia Espaillat.
Se apaga una estrella
El día 7 de junio de 1984, la prensa nacional reseñó la noticia de la muerte de un extraordinario ser humano y talentosa actriz. Con su deceso, el teatro perdió a una de sus más productivas y profesionales mujeres. La foto que acompaña estas notas corresponde a la edición de El Caribe del 26 de marzo de 1959, donde se destacaba la puesta en escena del oratorio “Jesús ante sus jueces”, escenificada por la Asociación de Estudiantes de Comercio.
