Exaltando la dominicanidad, como efecto

La consecuencia más positiva que tiene la campaña montada para presionar al Gobierno dominicano a revertir los efectos del Plan de Regularización de Extranjeros, es que ha logrado sacudir la DOMINICANIDAD, como lógica consecuencia del rosario…

La consecuencia más positiva que tiene la campaña montada para presionar al Gobierno dominicano a revertir los efectos del Plan de Regularización de Extranjeros, es que ha logrado sacudir la DOMINICANIDAD, como lógica consecuencia del rosario de mentiras interesadas, infundios perversos, calumnias orquestadas con fines difamatorios y falsedades. Gustavo Montalvo, aunque no consignado Primer Ministro porque nuestro orden jurídico no contempla ni precisa de esta figura, con responsabilidades y poder como tal y encargado por el Ejecutivo de las discusiones oficiales en el diálogo a alto nivel con el vecino del Oeste, responde a Evans Paul, primer ministro de Haití, su “nota pública “donde se refiere a 21 deportados, arrestados en sus casas y deportados a pesar de contar con la debida documentación”. Emplazó al alto funcionario haitiano “a ser más cuidadosos y responsables”. Coincido plenamente con Montalvo cuando expresa que: “es más fácil buscar al enemigo fuera que enfrentar las propias debilidades”, escondiendo la incapacidad del Gobierno haitiano para dar respuesta mínima a los requerimientos de sus ciudadanos. Esta campaña tiene múltiples propósitos y uno claro es tratar de afectar el turismo dominicano, con maniobras difamatorias, acusando al dominicano de ser racista y xenófobo pretendiendo denigrarlo y conseguir el rechazo del potencial turista. Resienten el éxito dominicano. Es el Caricom, organización de 15 naciones del Caribe y dependencias británicas, quien muestra de forma más evidente su doble moral: no quieren haitianos pobres y hambrientos en sus demarcaciones y los deportan sin la más remota posibilidad de reconsideración, mientras exigen que RD le otorgue visado a todos, independientemente de su estatus migratorio. Es que no los quieren “buscándosela” entre sus islas, si no que nos obliguemos a darle oportunidad de vida en nuestro territorio. Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, se presta, como tonto útil, a esa farsa. El único país miembro del Caricom cuyos ciudadanos no pueden transitar libremente por los territorios asociados, son los haitianos pobres, porque a los ricos y capaces de generar negocios, se les privilegia.

Nuestro canciller, Andrés Navarro, ha mostrado dones de buen diplomático, súper actividad proactiva, realiza su labor con notable éxito, calificó de “difamador y mentiroso” al embajador de Haití en la OEA, Bocchit Edmond, calificando su discurso ante el Consejo Permanente de la propia institución interamericana, como “cargado de irresponsabilidad”. Es tiempo que la ciudadanía, y más los jóvenes en las redes sociales, tengamos participación activa, en actitud de respaldo a las acciones del Gobierno y en rechazo a la “sarta” de mentiras y falsedades que propicia la élite gobernante haitiana. Ahora van a utilizar empresas publicitarias y lobbistas, con la mentira como materia prima. Seamos dominicanos militantes y orgullosos.

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