Víctimas violencia, con secuela de daños

Santiago. Yamily Lucía Gil no se repone de saber que quien una vez le prometió amor eterno, en un arranque de ira ocasionó que tuvieran que amputarle el brazo izquierdo.

Santiago. Yamily Lucía Gil no se repone de saber que quien una vez le prometió amor eterno, en un arranque de ira ocasionó que tuvieran que amputarle el brazo izquierdo.La fiscal Gladis Núñez, de la Unidad contra Violencia de Género, asegura que en menos de seis meses suman ya 25 las mujeres que presentan lesiones permanentes o algún tipo de marca física.

Yamily, de apenas 23 años de edad y madre de tres hijos, fue víctima de la violencia machista.

Su expareja, Juan Francisco Mendoza, un motoconchista residente en la comunidad El Jamo de La Vega, no se conformó con propinarle varios machetazos en el brazo, sino que la dejó en estado crítico por las heridas en la cabeza, el hombro y sus piernas.

Daños físicos

Yamily Lucía Gil lleva ya tres días postrada en el hospital traumatológico profesor Juan Bosch, mientras quien la dejó en estado crítico continúa en las calles. Al verse sin uno de sus brazos, apenas puede abrir sus ojos e irse en llanto.

Este caso es solo uno de los cientos que ocurren en la región del Cibao y que muchas veces no son denunciados por sus víctimas.

Por ejemplo, Awilda Santana, residente en el Ingenio Arriba, en Santiago, con apenas 23 años de edad, fue herida en el brazo derecho, el estómago y los dedos.

Su agresor y expareja también le raptó a la niña de apenas un año de edad. Aunque aún siente el dolor dejado por las puñaladas propinadas por su verdugo, lo único que reclama es la devolución de su bebita.

Winifer Rodríguez, de 19 años de edad, quien laboraba como bailarina en un centro de diversión, presenta cuatro heridas de arma blanca y prácticamente fue degollada por su pareja Luis Reyes.

Otras guardan sabor amargo de ser violadas

Judit Castro Nova es otra de las víctimas, aunque no de su pareja, sino de la delincuencia común. Tras ser violada y agredida a martillazos en la cabeza, sus agresores la dejaron en estado delicado de salud, el caso ocurrido en el barrio Pekín. Castro Nova, de 34 años, para poder recuperarse tuvo que permanecer varios días ingresada en el hospital para asegurados.

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