La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) se sumó al rechazo de la Conferencia del Episcopado Dominicano al proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, señalando que la posición de la Iglesia está fundamentada en la investigación científica desde los ámbitos de la medicina y el desarrollo de la sociedad.
En conversación con elCaribe, el doctor Alfredo de la Cruz Baldera, rector de la PUCMM, dijo que la oposición de la academia al proyecto obedece a que el mismo promueve el sexo irresponsable y trata de legalizar la práctica del aborto.
Sostuvo que no se puede permitir, por ejemplo, que una niña de 12 años tenga sexo y salga embarazada para luego, bajo tecnicismos legales, acabar con una vida en gestación.
El presbítero sostuvo que detrás de las discusiones sobre el tema del aborto y la salud reproductiva se esconde el no querer asumir al ser humano como tal, sino reducirlo al reino animal, sin raciocinio y sin responsabilidad social y ética.
Dijo que la PUCMM como academia propulsora de la ciencia no se contradice con el dogma de la fe, ya que la fe misma es razonada y tiene que estar sujeta a los cuestionamientos y darle respuestas demostrables.
“Es la ciencia la que determina dónde comienza la vida, y como la ciencia es lo que lo determina, la Iglesia lo acoge y plantea que no existe una gradualidad de la vida, no hay gradualidad, pero esa vida está en proceso de gestación y va tomando forma”, apuntó.
¿Cómo conviven la fe y la ciencia en la universidad?
El papel de las universidades católicas es la búsqueda sincera de la verdad, y que su espacio es el diálogo, razón y fe, y que en esa búsqueda sobreviene la discusión de cómo la fe se relaciona con la ciencia, armonizando esos conceptos.
¿Quiere decir que la ciencia se apoya en la fe?
La razón apoya la fe y la fe tiene que apoyar a la razón, pero cuando creemos que la fe no se puede discutir entonces no estamos siendo científicos, porque el mismo Dios se deja cuestionar y el hombre permanentemente vive preguntando y buscando la razón de su ser y origen, y en ese cuestionar tiene que plantearse la misma duda sobre Dios. Si mi fe no me deja cuestionar la ciencia, entonces hay dificultades. La fe si no es razonada no es fe.
¿Por qué el alejamiento ciencia y fe?
Viene desde los tiempos de Galileo Galilei, que era un científico formado por la Iglesia y que trabajaba para la Iglesia, pero se presentó un conflicto ya conocido y desde entonces ha existido una sombra entre Iglesia y fe.
¿Ese alejamiento se revela en la posición de la Iglesia frente al aborto?
Sí, pero no es que la Iglesia se oponga a la educación sexual, sino que se opone a que el Estado reemplace a los padres en cuanto al cuidado y la formación de los hijos.
¿Es el caso del proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva?
La oposición de la Iglesia a ese proyecto está fundamentada en la ciencia misma, porque es la que determina cuándo comienza la vida; es la ciencia la que dice que una niña de 12 años no está preparada para tener hijos, ni biológica ni psicológica ni espiritualmente, eso no lo dice la fe.
¿Entonces la Iglesia no se opone a la educación sexual?
La Iglesia no se opone a los derechos de los niños, a la educación sexual, la educación en género, pero sí nos oponemos al enfoque que se le quiere dar a cada concepto; decirle a una niña que tenga sexo y que si sale embarazada se le practica un aborto está en contra de la niña y en contra de la ciencia misma.
¿Para la PUCMM se trata de una posición irresponsable?
Si queremos sobrevivir como seres humanos debemos vivir con responsabilidad, pero lo que se quiere es reducir al ser humano a la condición animal irracional, pues la modernidad no significa el retroceso de la humanidad.
¿Qué se busca con el proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva?
Detrás de las discusiones sobre el aborto y la salud reproductiva lo que se esconde es el no querer asumir al ser humano como tal, sino reducirlo al reino animal sin raciocinio y sin responsabilidad.
Pero el proyecto cuenta con acogida en el Estado y la Sociedad Civil.
Creo que ninguna sociedad puede permitir que el Estado sustituya a los padres en el papel de la formación de la familia y la educación de los hijos, ya que de lo contrario se estaría fomentando una supuesta sociedad moderna cimentada en el desorden.
Es la ciencia la que dice que una niña de 12 años no está preparada para tener sexo y tener hijos, ni biológica ni psicológica ni espiritualmente, eso no lo dice la fe”.
La ciencia determina dónde comienza la vida, pero la Iglesia plantea que la vida no tiene gradualidad”.
Alfredo de la Cruz Baldera
Rector de la pucmm
