El arte dominicano se concentra en una Bienal de La Habana más urbana

La Bienal de La Habana, Cuba, es uno de los eventos regionales que concitan mayor atención, no sólo por la cantidad de artistas que participan, sino más bien por la calidad de los trabajos presentados y, más que eso, por la concepción de dicho…

La Bienal de La Habana, Cuba, es uno de los eventos regionales que concitan mayor atención, no sólo por la cantidad de artistas que participan, sino más bien por la calidad de los trabajos presentados y, más que eso, por la concepción de dicho evento, centrado en propuestas curatoriales que se fundamentan en la investigación más que en la apreciación crítica de los trabajos. En esta multiplicidad de lecturas que ofreció en su duodécima edición, en la cual el arte cubano entró en diálogo con las creaciones de representantes de otros espacios del Caribe, África, Asia, Europa, Medio Oriente y América Latina; quisimos ubicar al artista Raúl Morilla, quien fue el digno representante de la República Dominicana.

¿De dónde surge la idea del proyecto “Entrando a Las Afueras”?
“Entrando a Las Afueras” es una video instalación urbana curada por Aurora Martínez, que surge con la intención de jugar un poco con esa dualidad de lo que es el interior y lo que es el exterior; jugar con los límites no sólo físicos sino también con aquellos que te impone la sociedad, como son las diferencias, las fronteras, las etiquetas, etc.

El espacio no tiene dueño, más bien lo delimitamos y nos apoderamos de algo que no es de nadie. Así que bajo estos preceptos nace la idea de esta instalación que te cuestiona sobre qué es lo que está afuera, qué es lo que está adentro, qué es lo que está arriba o abajo. De modo que el sujeto toma la ubicación física como instrumento de muchas interrogantes. Mientras que el conjunto de conos penetrables nos contradice con sus proyecciones de lo que sucede en el exterior, es decir, que cuando entras en los conos, los videos te hacen referencia al exterior, por lo que indirectamente entras en relación con lo que se supone pasa afuera.

¿Cómo se produce el contacto de Raúl Morilla con la Bienal de La Habana?
Entro a participar en la Bienal de La Habana invitado por el curador José Noceda, quien me extiende la invitación para que le enviara una propuesta al consejo curatorial de la Bienal de La Habana. Como es sabido, las piezas que se presentan pueden tanto ser inéditas o no. Yo trabajé “Entrando a Las Afueras” especialmente para la Bienal, porque cuando estudié los lineamientos en los que se planteaba esta 12 edición, quise presentar una pieza que cumpliera con estos planteamientos curatoriales, donde se enfatizaba mucho en la interacción de la obra con la comunidad donde estaría ubicada. En ese sentido, creo que nuestra muestra está cumpliendo su cometido, ya que la comunidad se ha integrado desde los inicios del montaje. La forma en cómo los infantes disfrutan de la pieza durante el día y cómo los adultos lo hacen por la noche. Ha sido tal la compenetración de la obra con su medio que los mismos vecinos se han convertido en guardianes y vigilantes de la misma.

¿Por qué el parque Trillo y no otro lugar de La Habana y qué ha sido lo más impactante en el proceso de instalación del conjunto?
Porque Trillo no es una plaza de transición, es más bien la estancia urbana predilecta de una de las zonas más populosa de La Habana como es Cayo Hueso. Este emplazamiento enriquece notablemente la obra, porque se mantiene viva las 24 horas del día. Entonces, al ser un parque que tiene afluencia de personas todo el día, te encuentras con espectadores tanto a las 3 de la tarde como a las 3 de la madrugada, como fue tu caso. (Risas).

Ahora que concluye la Bienal de La Habana, ¿qué pasará con “Entrando a Las Afueras”?
Tenemos planes de traer la pieza a varios puntos del país, hasta ahora está en nuestra agenda presentarla en Santo Domingo, Santiago, Puerto Planta y mi ciudad: La Vega.

Finalmente, ¿qué opinión te merece La Bienal de La Habana en general, incluyendo las propuestas colaterales?
La Bienal de La Habana es un gran evento artístico que ha ido ganando mucho terreno en lo que respecta a la proyección del arte a nivel internacional. En esta edición me pareció genial que la Bienal saliera a la calle, que abandonara un poco las paredes de los museos, que fuera una Bienal urbana para intervenir todo el centro de la ciudad. Pero además, que presentara mayor connotación social, al igual que las propuestas colaterales como “Detrás del Muro”, “El Morro La Cabaña” y “Museo del Romerillo”, etc. En suma, se trata de un evento muy ambicioso que catapulta esta edición a niveles y expectativas nunca antes vistos en su registro histórico.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas