El arte y su legado

Hemos dejado pasar el tiempo oportunamente, pues a veces hace falta estar serenos para pensar mejor. Pues resulta que en ocasiones emitimos juicios sin tener en cuenta el impacto que pueden tener, incluso en nosotros mismos.Hace…

Hemos dejado pasar el tiempo oportunamente, pues a veces hace falta estar serenos para pensar mejor. Pues resulta que en ocasiones emitimos juicios sin tener en cuenta el impacto que pueden tener, incluso en nosotros mismos.

Hace un tiempo conocí al autor de una vasta producción visual y de un gran valor estético. Sin embargo, durante mucho tiempo fue cuestionado por no haber podido asistir a la Academia, pero esto no le impidió seguir adelante.

A pesar de eso, siempre entendió que el grado de “Maestro” lo había asumido no propiamente por impartir docencia, sino por la calidad de sus trabajos. “Qué difícil se le hace al hombre admitir que estaba equivocado”. Así me decía citando a un autor desconocido refiriéndose a aquellos que en su momento fueron detractores de su obra.

De manera que con el devenir del tiempo, sus creaciones se fueron situando en los lugares más privilegiados. De ahí que aquellos que alguna vez estuvieron en contra de sus trabajos, tuvieron que soportar el peso de sus palabras y vivir con la realidad de que se habían equivocado. Pues fueron capaces de pronunciar abiertamente su vileza, la que les sigue arropando y mantiene cautivos.

Así, hemos visto cómo se han querido reivindicar valoraciones que se quedaron en publicaciones masivas que pocos recuerdan, porque aquí las noticias sólo persisten por un momento, pero la figura lastimada nunca olvida. Y, “sabes por qué son capaces de cometer injusticias”, me decía,… “pues porque están cargados de envidia y este sentimiento los ciega y les impide ver con ojos de bondad el éxito de los demás”.

Claro que se presentan casos en los que el grado de humildad es muy elevado y les permite admitir su error. Al finalizar me dijo: “tú te impondrás siempre que sigas pensando como hasta ahora lo has demostrado”.

Siempre estará en nuestro pensamiento MAESTRO RAMÓN OVIEDO. Su obra es su mayor legado y su discurso es tan claro como su visión de artista universal. l

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