“Intento comunicarme con la gente a través del arte”

El trabajo del actor es un proceso constante de mejoramiento de la percepción en sí, un proceso constante de bloqueos y de apariencias que permitan potenciar su propia naturaleza creativa. Nos acercamos a Jalsen Santana, a quien conocemos como un…

El trabajo del actor es un proceso constante de mejoramiento de la percepción en sí, un proceso constante de bloqueos y de apariencias que permitan potenciar su propia naturaleza creativa. Nos acercamos a Jalsen Santana, a quien conocemos como un trabajador incansable de sí mismo como artista.

l ¿Quién es Jalsen Santana?
l Un ser humano normal que vive de lo que tiene dentro y de lo que ve. Llevo la actuación desde toda la vida. Era un niño inquieto, que su tío tenía un cine, y bueno, eso me dio un buen empuje porque veía cine de toda la vida. Creo que me gusta lo que hago como actor y músico, e intento comunicarme con la gente a través del arte. No sé cómo definirme porque a veces se me olvida mi nombre, me defino más como un trabajador incansable y sin horas de descanso.

l Cuáles elementos usas para componer personajes?
l Siempre me ha funcionado el entorno y los elementos triviales, lo más cotidiano. Cuando entro en ese mundo por descubrir del personaje, la observación es lo más importante, porque te lleva a descubrir pequeñas cosas que aparentemente no se verán, pero cuando las combinas con el vestuario, la forma de caminar, el tono de voz y una buena concentración es muy probable que la gente te lo crea todo.

Me acompaña siempre una buena investigación y un tiempo prudente para madurar las ideas. Yo no ando con prisa yo ando con precisión, porque luego necesitas el tiempo para algunas cosas y ya este se agotó. La actuación como cualquier disciplina necesita ejercicios y concentración y eso se logra con un buen tiempo de trabajo. Mi mejor premio siempre es cuando la gente me dice me encantó tu personaje, porque siento que la verdad siempre vale la pena. Lo auténtico es la propuesta que hago siempre en cada personaje.

l ¿Cuál es el significado de dominar conceptos (denotativos y connotativos) al componer personajes?
l Cuando lo hago de esta forma conceptual me ayuda mucho, porque los elementos denotativos la gente lo tiene y lo percibe en la forma de hablar. Soy, según el personaje, muy directo, no le doy vueltas ni lo rebusco con elementos que no sean y que no denoten la visión, el diálogo y la acción del mismo. En lo connotativo me pasa que el personaje debe conocer su entorno, su lenguaje y su cultura, porque le da volumen y lo convierte en un ente íntegro del lugar donde vive y por eso trato de dedicarme el tiempo que requiera el personaje, para lograr que el público lo reciba de una forma real y verdadera.

Yo como intérprete me siento cómodo porque hice la tarea a tiempo y me aprendí la lección, yo no me imagino creando un personaje sin tomar estos conceptos en cuenta, porque al final el público se da cuenta cuando trabajas profundo y cuando trabajas por encima. Ahí está la clave para mejorar cada día, porque el mismo personaje te enamora para llevarte hasta donde él quiera, si tú quieres. En mi caso, yo me voy a los mercados, a las calles, a las plazas y a lugares donde abunda la gente común y donde se vive la vida, porque al final yo tengo la responsabilidad de llevar esa vida delante de la cámara.

l ¿Qué trabajos en el cine le han ayudado más en su desarrollo como actor?
l A sinceridad, entiendo que cada uno tiene un reto diferente, puesto que los personajes que enfrento tienen siempre un alto contenido de aprendizaje y aunque puedo citar algunos me parece que estos son los que más la gente se ha identificado con ellos. Puedo saber o no saber la razón, pero entiendo que a la gente le gustan porque son auténticos. l

Sus personajes

• Geraldo, el personaje que hice en
La lucha de Ana, fue de mucho agrado para las personas.
• El coronel Montilla, en la película Cristo Rey, fue el villano y la gente se identificó con este militar.

• Pascual, el personaje del indio que hice en la película Un lío en dólares, fue un reto, ya que tuve que desdoblarme para que fuera gracioso.

• El personaje de Fernando en la película El hoyo del Diablo, también fue difícil, porque tuve que parecerme a un joven estudiante de la universidad y no aparentar la edad que realmente tenía.

• El personaje de Cuentas por cobrar es mi primer protagónico, donde tuve que rebajar varias libras para lograr un encarcelado y dejarme el pelo y la barba más de lo normal.

• Y ahora, la nueva película que se estrenó, La Gunguna, hago de un borracho y, además, tiene una pierna rota, muy rota. Los toques de humor que el personaje lleva consigo le atraen al público.

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