Santiago. La crisis de agua potable agudizada por la sequía comienza a causar estragos en las comunidades del Cibao, mientras las presas siguen un descenso estrepitoso.El nivel de los embalses Tavera-Bao se situó en 313.85, metros sobre el nivel del mar. El descenso que se registra va entre cinco y diez centímetros por día y de continuar sin llover, podría quedar en niveles críticos. Los embalses Tavera-Bao, ambos tienen la capacidad de almacenar 417 millones de metros cúbicos de agua. El déficit del líquido en la actualidad es de prácticamente 21 millones de galones por día.
En algunos lugares han comenzado a construir pozos para tratar de solventar la crisis. En comunidades de la parte alta de la provincia Espaillat, la situación es tan grave que ha provocado que muchas familias compartan tuberías para llenar algunos galones de agua. “Lo que estamos viviendo no se puede ni decir. Esto es crítico, nunca había sentido una crisis de agua tan fuerte como ahora”, expresó Marcia Santos, residente en la comunidad Villa Trina.
Tanto las autoridades de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago como la Coraamoca temen que de no registrarse lluvia que impacten en las cuencas, la ciudadanía podría ver reducir, aún más, el agua suministrada. Aunque ya se han tomado algunas medidas, se cree que de continuar bajando el nivel de los embalses, deberán acudir a otras más drásticas para hacer frente a las demandas de la población que por la época de calor es más alta.
La crisis no solo empieza a sentirse con tener que comprar agua de los camioncitos y más botellones, sino que se refleja con el deslome del servicio eléctrico, debido a que se genera menos energía. Las tandas de apagones son ahora de hasta 14 y 16 horas y hasta en los llamados circuitos privilegiados o 24 horas se ha deteriorado el servicio de manera notable.
