El copresidente del Consejo Económico Binacional Quisqueya, CEBQ, Marc-Antoine Acra explicó que la iniciativa de inversión público-privada para el desarrollo fronterizo va a cambiar las caras de Haití y de República Dominicana.
“Nos va a poner en el mapa internacional. Los ingenieros son el cerebro de esta iniciativa. Estamos abiertos para recibir ideas. Es una iniciativa inclusiva. Quiere incluir a universidades y proporcionar trabajar a los estudiantes que acaben sus carreras. Crear empleo masivo”, explicó.
Acrá habló en el marco de la décimo tercera edición en el Foro del Consorcio Latinoamericano y del Caribe de Escuelas y Facultades de Ingeniería (LACCEI, siglas en inglés),
Paolo Chilosi, miembro del CEBQ explicó que los ingenieros son los creadores de esta iniciativa de desarrollo. “Ejemplo de ello es Manzanillo y el proyecto que involucre a los lagos de Enriquillo y Azuei. Este proyecto requiere del talento de los ingenieros, ellos podrían encargarse de la parte de desarrollo eléctrico, de la tecnología para el manejo del agua”, aseguró.
En ese sentido, el consultor del CEBQ, Gaetan Bucher, llamó a la participación de las universidades en esta iniciativa. “Quisiéramos que las universidades fueran parte de este proyecto. Que fueran parte del foro técnico que da apoyo a la búsqueda de soluciones, de retos técnicos importantes. Esta participación también hace sostenible el funcionamiento público-privado binacional de la iniciativa”, dijo
Enriquillo-Azuei
Con relación al piloto de la zona 3, donde se va a aprovechar los dos lagos, el Enriquillo y el Asuei, como un reservorio natural para convertirlo en un sistema de almacenaje de energía a través del agua, Alejandro Marranzini, miembro del CEBQ, explicó que se ha contemplado no solo el trasvase sino el aprovechamiento de los desniveles geofísicos.
“Las opciones de trasvase comprometen una parte pequeña de los lagos, en época seca y mediante diques. Pero no nos limitamos al trasvase sino buscamos soluciones que aprovechen la diferencia de nivel que en época de estiaje llega a 46 metros por debajo del nivel del mar, con las laderas de los lagos, cuyas alturas sobrepasan los 1.00 metros, un desnnivel que tiene un aprovechamiento muy grande y son muchas la soluciones que son posibles aprovechando esos desniveles”, aseveró.
