El periodismo, siempre lo he expuesto claramente -sin medias tintas- en todos los medios que he trabajado, tiene una principal misión: Informar bien, con objetividad.
Y una segunda misión: Orientar.
Estuve atento a las actuaciones de nuestros atletas en los Juegos Panamericanos Toronto-2015.
Desde que comenzó el certamen en el que accionaron más de 7,000 atletas de 41 países.
Obviamente, puse especial atención a la participación del seleccionado de boxeo de República Dominicana. Asistimos con un plantel conformado por jóvenes de poca experiencia, falta de muchos fogueos… muchachos que iban a contender con rivales de alto nivel.
Bueno, en la justa también combatieron boxeadores que se sabía que no iban a tener ninguna posibilidad de triunfo… púgiles, por ejemplo, de Islas Vírgenes, Barbados, Costa Rica, Belice y hasta de Puerto Rico. Me sorprendió escuchar comentarios, desde luego sin ninguna base de credibilidad, hechos por colegas que trabajaron en la transmisión del certamen y que tuvo como planta televisora a Digital-15, del Grupo Telemicro.
Comentarios relativos a que “seguimos adelante, con nuestros muchachos… se cae el vaticinio de los expertos”. Esa fue una manifestación -a todas luces- de chovinismo trasnochado. Se hacían por el hecho de que algunos de los púgiles criollos habían asegurado -en ese momento- al menos cuatro medallas de bronce. ¡Oh desinformación!
Vale el oro
Reitero: Las medallas de bronce y plata no dan espacio de primacía en el medallero de los Juegos Panamericanos. ¡El oro es el que vale!
El vaticinio de un experto puede equivocarse, como ha ocurrido en ocasiones. Mi vaticinio, y es lamentable que ocurriera así, fue acertado. El boxeo local no pudo ganar por lo menos una medalla de oro.
El periodista, si es objetivo, tiene que quitarse la ropa de romántico-patriota, no ser chovinista y trabajar partiendo de la realidad.
Héctor García Mora, de los 56 kilogramos, estuvo a punto de dar la sorpresa ante el cubano Andy Cruz, ¡pero no pudo ser!
