Cientos de jarabacoenses marcharon el sábado para pedir que cese la tala indiscriminada de árboles en este municipio de la provincia La Vega.
Juntas de vecinos, activistas comunitarios, iglesias, políticos de diferentes partidos y empresarios turísticos y el grupo “Somos Jarabacoa”, “Ciudad de la Eterna Primavera”, marcharon con pancartas para exigir la detención de decenas de camiones cargados de pinos que a diario pasan frente a las autoridades sin que se haga nada.
Los manifestantes primero se concentraron frente a la Alcaldía y luego marcharon hacia las oficinas locales del Ministerio de Medio Ambiente para depositar la resolución del consejo de regidores. El documento no pudo ser entregado al encargado del Ministerio, el capitán Tito Montero, porque no estaba en sus oficinas, a pesar de haber sido informado.
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Entre los reclamos de los manifestantes están detener la tala indiscriminada de árboles, especialmente del Pino criollo (Pinus occidentalis), lo que según advierten ha provocado un gran deterioro de las principales cuencas hidrográficas de la Cordillera Central, principalmente a la altura del municipio de Jarabacoa, un pueblo turístico que vende como uno de sus atractivos la conservación de la naturaleza.
Destacaron que Jarabacoa es “Tierra de las Aguas”, ya que es donde se generan las condiciones geológicas e hidrológicas para los manantiales que dan origen a importantes fuentes de aguas, como son el río Yaque del Norte, con sus principales tributario. Dijeron que el Ministerio de Medio Ambiente, por medio del viceministerio de recursos forestales no está dando respuestas al daño ecológico que se produce desde hace varios años en el municipio.
A esta marcha se sumaron Amós Martínez, presidente del Clúster Ecoturístico de Jarabacoa; la Iglesia católica, Jóvenes del Oratorio Centro Juvenil Don Bosco, iglesias evangélicas, regidores, empresarios y representantes de diferentes organizaciones comunitarias y de servicio.
