El agente de Cipol

¡Agente! Ese era un retozo de adolescente en los años 60: consistía en un juego a escondidas y en el encuentro del “enemigo” quien dijera primero “agente” al otro entonces quedada “congelado” y se liberaba con la palabra “cipol”.…

¡Agente! Ese era un retozo de adolescente en los años 60: consistía en un juego a escondidas y en el encuentro del “enemigo” quien dijera primero “agente” al otro entonces quedada “congelado” y se liberaba con la palabra “cipol”. Era un efecto cultural de la serie homónima que es parte de una serie de películas comerciales de temporada del mercado del cine. Es un tipo de cine especialmente bien hecho. Esta, en cuestión, es una réplica bastante insólita como caleidoscopio de la Guerra Fría. El Agente de Cipol era para la tv lo que eran los filmes del Agente 007 para el cine, en ambas propuestas hay un abordaje que mezcla aventura y suspense ajustados al ambiente político internacional de la época y muy similar a “Con la muerte en los talones”. Son esos elementos de aventura, acción y suspense lo que galvaniza este tipo de producciones alejadas de la vida moderna y el avance tecnológico actual. Elegir esas épocas para las grandes producciones de hoy y concentrar en el tema espía estilizados, trabaja la emoción y la curiosidad del público seduciendo con su acento nostálgico. Permite tocar de soslayo la vida política de entonces pero para darle una imagen de objetividad histórica, sin deliberar sobre hechos sino más bien como instrumentos de valoración para el imaginario popular. Así te muestra la efigie de iconos de la política de la época noticiados en periódicos. Muchos filmes de éxito se hacen al estilo buddy movie (película de amigos) donde hay más de 1 protagonista que se enfrentan a la adversidad, en esta ocasión empiezan como antagónicos y en el desarrollo de la trama se compenetran por intereses mutuos y ambos con determinación como línea de carácter principal. Una edición clipada cautiva y hace olvidar los susodichos clichés del género que muchos pueden interpretar como ausencia de creatividad e innovación: traiciones, cazas automovilísticas y a pies, choques a tiros y explosiones. Un recurso narrativo ya clásico son esas escenas aparentemente ordinarias y sin mucho que decir pero que en una escena posterior revela lo que antes no se mostró, eso es una especie de analepsis (recuerda lances o amplifica características del tema central o de un personaje), aunque hay una pretensión del uso radical del racconto en escenas explicativas en claves de humor negro.

HHH Dirección y Guión: Guy Ritchie . Duración: 116 minutos.

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