La tormenta Érika puso a prueba a muchas personas que habitan en los sectores de mayor vulnerabilidad cercanos a la ribera del río Ozama.En los barrios más propensos a inundaciones en los municipios Santo Domingo Norte, Santo Domingo Este y Boca Chica, los socorristas de la Defensa Civil se mezclaron con la gente y los llevaron a identificar en los lugares para albergar a los posibles desplazados.
En el sector La Barquita de Sabana Perdida, Moisés Peralta, vicepresidente de la junta de vecinos, dijo que recibió previo a la llegada del fenómeno atmosférico a varios miembros de la Defensa Civil quienes ofrecieron las recomendaciones a seguir en caso de posibles inundaciones.
En los barrios como Los Coordinadores, El Manguito, La Isabela, La Cucaracha, del municipio de Santo Domingo Norte, sus residentes tienen identificados los refugios. Eudonia Rosario, presidenta de la junta de vecinos de La Barquita en el sector de Los Mina, distribuyó casa por casa fundas negras entre los residentes de esa comunidad, con el fin de guardar las pertenencias. Dijo que de ser afectados por inundaciones “los comunitarios conocen muy bien lo que tienen que hacer”.
“Tengo un megáfono con el que invito a los vecinos a salir de sus casas hacia los refugios ubicados en la capilla San Lucas y La Altagracia”, señaló.
Zonas vulnerables
Mientras, para los residentes en el sector Las Lilas, debajo del puente Francisco del Rosario Sánchez, el temor aumentó por la posición que tomó la grúa empleada para la construcción de la Segunda Línea del Metro.
El presidente de la junta de vecinos en esa comunidad, Brígido Brito Manzueta, dijo que su preocupación es que los vientos provoquen la caída de la grúa y ocasione algún daño a las personas y las viviendas.
Afirmó que los vecinos en esos sectores conocen dónde están ubicados los albergues que funcionan en la Iglesia San Lorenzo de Los Mina, las escuelas Fabio Mota y Ramón Emilio Jiménez, entre otros.
Algunas personas con varios años residiendo en esos sectores expresaron que los huracanes y tormentas son parte de su cotidianidad.
Afirmaron que están acostumbrados a las inundaciones. Sin embargo, revelaron que están dispuestos a salir de sus casas si el río inunda sus viviendas.
La fuerte brisa de Érika provocó la caída de algunos árboles, cables del tendido eléctrico y varias vallas ubicadas en la orilla de Las Américas.
Los vientos provocaron que varios de los tarantines que operan en la playa de Boca Chica fueran derribados, mientras agentes policiales custodiaban el área. En este municipio los socorristas de la defensa civil tienen identificados 25 refugios para albergar aproximadamente a tres mil 249 personas en caso de ser necesario, según informaron dos brigadistas apostados en el centro de operaciones de esa institución en la zona. La temporada de huracanes en el Atlántico comenzó oficialmente el 1 de junio y ya se han formado cinco tormentas tropicales: Ana, Bill, Claudette, Danny y Érika fue última transformada en el primer huracán de categoría 3 de la temporada. Érika afectó a Dominica, Puerto Rico, las Islas Vírgenes y se espera que alcance a las Bahamas el fin de semana.
Disponen cancelación varios vuelos en el AILA
Decenas de pasajeros quedaron varados este viernes en esta terminal tras la suspensión de varios vuelos internacionales desde y hacia San Juan, Puerto Rico, San Martín, Santiago de Cuba y Fort Lauderdale, en Florida, a consecuencia del paso por el país, de la tormenta tropical. Cubana de Aviación, que tenía dos vuelos en el orden de llegada y salida hacia Santiago de Cuba, también decidió suspenderlos hasta tanto cese la amenaza.
