David Ortiz está a escasos pasos de ingresar al libro de grandes hazañas en la historia de las Grandes Ligas. El toletero de los Medias Rojas de Boston se encuentra a tan solo cinco cuadrangulares para ser parte del listado de grandes hombres que han conectado 500 o más jonrones en su paso por las Mayores.
Pero en lo que ese momento llega, Ortiz mantiene su mente en seguir haciendo su trabajo como hasta el instante lo ha hecho. “No habrá nada en especial para cuando llegue ese momento”, expresa Ortiz a elCaribe. “No me presiono por los 500 jonrones. Estoy jugando de manera normal. Sé que voy a jugar nuevamente el año que viene. Si no lo completo este año, lo haré el que viene con Dios mediante, pero por el momento no estoy pensando en eso”, agregó. Sí reconoció que cuando llegue ese momento lo disfrutará junto a sus compañeros de equipo, debido a que, a su juicio, es algo que no se ve a cada momento.
“No es fácil llegar a los 500 jonrones”, reconoce David. “No importa que dure mil años para lograrlo, pero el día que lo logras, siente una emoción muy grande”.
Un Ortiz que luce cómodo en la caja de bateo, respondiendo ante los zurdos, conectando con fuerza y produciendo las carreras. En la segunda mitad del año, batea para 331, con 14 jonrones, 38 impulsadas.
“Uno sabe que esto de temporada es rotativo, soy de los bateadores que voy haciendo ajustes según voy viendo los lanzadores, y ya con el calientico de verano, como que me pongo en control”, enfatizó el quisqueyano, quien se convertiría en el miembro número 27 del club de los 500 vuelacercas.
A pesar de este renacer ofensivo en la carrera de David Ortiz, la dicha no ha sido la misma para una organización como Boston que se encuentra por segundo año consecutivo, “reinando” en el último lugar de la División Este de la Liga Americana con marca de 61-72. La ausencia de un estelar número uno en el montículo, y no contar con lanzadores en el último orden de la rotación abridora, que no se mantuvieron a la altura de las circunstancias, impidió que las alternativas de Boston de hacer algo grande terminaran casi antes de empezar.
“No es un secreto para nadie que el pitcheo estuvo flojo. Este es un equipo ganador, pero sin pitcheo, tú no puedes ganar juegos. Esperemos que con este nuevo gerente, quien enfatizó mucho en el pitcheo la primera vez que lo entrevistaron, tenga en mente solucionar este problema para el año que viene”, manifestó el bateador designado, quien se unió a los Medias Rojas, en el 2003. Asimismo, conversó del nuevo desafío de su compañero Hanley Ramírez, quien ahora defenderá la primera base, por primera vez en su carrera.
“El otro día salimos temprano al terreno. Cuando se dijo de la posición que Hanley jugará, hablé con él de la experiencia que tengo de jugar la inicial, además de que tenemos buenos instructores de cuadro”, resaltó.
“Uno sabe que jugar en los jardines no es una posición fácil, se requiere mucho atletismo y definiciones. Principalmente, un año como éste, que los patrulleros han estado matándose buscando las pelotas ahí atrás”, consideró, y que Hanley en “el infield haría un mejor trabajo”.
Disfruta su estancia en las Grandes Ligas
Por otro lado, David Ortiz habló de lo que significa para él su estancia en Grandes Ligas y cómo un jugador como él ha cambiado el ambiente de juego. “Lo mío es divertirme, jugar el juego. Como que he violado las reglas un poco, pero aquí en Grandes Ligas siempre querían establecer como una milicia, de que tú no puedes hablar con el jugador del otro equipo. He adquirido mucho respeto y le he enseñado a ellos que en el terreno, tú haces lo tuyo y tienes que mantenerte humilde”, agregó. “Las críticas son la motivación de uno y eso siempre va a estar ahí. Es parte del negocio”.
