La constructora Odebrecht rechazó este viernes que sometiera a sus empleados a condiciones de esclavitud en las plantas de azúcar y etanol que se construyen en Angola, como falló un tribunal brasileño.
La oficina de la procuraduría laboral de Brasil informó, en un comunicado, que el juez Carlos Alberto Frigieri ordenó el martes que la principal empresa constructora del país pague 50 millones de reales (13 millones de dólares) en daños a un estimado de 400 trabajadores.
El comunicado señala que Odebrecht llevó trabajadores brasileños a Angola, donde subsidiarias con sede en ese país africano los obligaron a trabajar sin visas adecuadas y bajo condiciones de trabajo antihigiénicas.
Odebrecht aseguró que los alojamientos de los trabajadores eran adecuados y munidos de baños con agua caliente, consultorio médico, área de esparcimiento con gimnasios, cancha deportiva y sala de juegos, además de área con cabinas telefónicas para llamadas nacionales e internacionales gratuitas, red de internet, televisión, lavandería, salas de entrenamiento, etc.
“La alimentación proporcionada siempre fue de extrema calidad y preparada por empresas tercerizada especializadas, garantizando buenos patrones de higiene, limpieza y conservación de alimentos y bebidas, siendo correcto que, según fue comprobado documentalmente en los registros, tales empresas eran periódicamente auditadas”, afirmó la compañía.
Manifestó que siempre fue ampliamente respetado el derecho de ir y venir de todos los trabajadores, “según harta prueba producida en los registros, incluyendo textos y fotos de los trabajadores en redes sociales; declaración introducida por autoridades que visitaron las obras en 2012; informe de empresas independientes; contratos con transportadoras; entre innúmeros otros documentos y testimonios abordados en los registros”.
