La enseñanza de la Historia

De nuevo, resulta preocupante el nivel de debate que se produce en Educación y que involucra al sector gubernamental, periodistas, empresarios y sociedad civil, en general. Digo de nuevo, porque referí el asunto en dos artículos anteriores, a propósit

De nuevo, resulta preocupante el nivel de debate que se produce en Educación y que involucra al sector gubernamental, periodistas, empresarios y sociedad civil, en general. Digo de nuevo, porque referí el asunto en dos artículos anteriores, a propósito de la publicación de los resultados del país en estudios comparativos internacionales de sistemas educativos.

En estos momentos, nos ocupa el debate en torno a la enseñanza de la Historia dominicana, suscitado en la prensa nacional, a partir de la presunta suspensión de la publicación de un libro de texto de Historia de sexto grado. Pablo Mella, sj, en un artículo publicado en la Revista Amigo del Hogar del mes de octubre y como siempre, brillante y asertivo, nos hace una excelente relatoría de los hechos, y un profundo y objetivo análisis al respecto. La desinformación de los que tienen que informar, (califica esto de dramatismo), los despropósitos de algunos pseudoespecialistas y la confusión que provocan las propias declaraciones del Ministerio de Educación, nos coloca en un desencuentro nacional de la enseñanza con la Historia dominicana.

Por suerte que el meritísimo profesor Raymundo González nos abre una puerta de luz y comprensión racional a través de sus cartas. Les invito a todos a la lectura de estas piezas.

La reforma curricular plantea el estudio integrado de la Historia, desde las Ciencias Sociales, con la Geografía, la Educación Cívica e identidad y Cultura, extendiéndose con más especialización durante el Nivel Secundario a la Economía, Sociología, Antropología, Psicología, y Ciencias Políticas. Esa nueva visión holística, también consigna, el desarrollo en los estudiantes de competencias de comunicación, resolución de problemas, pensamiento crítico, reflexivo y ético, a la par que desarrolla conciencia y compromiso ciudadano, a través del estudio de las Ciencias Sociales.

Ahora bien, esas competencias, solo podrían lograrse, parafraseando a Pablo, “si logramos la despolitización y la cientificidad del Sistema, con una enseñanza razonable de la historia y los contenidos asociados, a la altura de los tiempos actuales”. ¡Vaya desafío!
En cuanto a los libros de texto, nos parece atinado apostar por una revisión y/o elaboración de sus contenidos en el de Área de Ciencias Sociales, y no sólo de la Historia, de acuerdo al enfoque curricular y la malla curricular vigente. l

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas