El sector privado y el Estado de la mano para privatizar la salud

La salud es otro de los sectores fundamentales en los que el sector privado ha aprovechado el deterioro general que se ha producido en el servicio de salud a cargo del Estado para afianzarse en el mercado.Sin embargo, la práctica privada…

La salud es otro de los sectores fundamentales en los que el sector privado ha aprovechado el deterioro general que se ha producido en el servicio de salud a cargo del Estado para afianzarse en el mercado.

Sin embargo, la práctica privada de la salud y la pública siempre han ido de la mano, pues médicos y enfermeras, además de trabajar para el Estado han ejercido al mismo tiempo de forma privada, y lo que se ve actualmente es una apuesta del Estado hacia la privatización de la salud.

Los doctores José Ramón Polonia Acosta, Luis A. Mendieta Díaz y Salvador Almánzar afirman en su libro de tesis “La Era de Trujillo, 1930-1961, un análisis socio histórico”, publicado en 1986, afirman que para 1960 el Estado garantizaba al menos los servicios básicos de salud. Para ese entonces, la República Dominicana tenía 44 hospitales, 136 dispensarios, 14 asilos, un manicomio y dos laboratorios clínicos, mientras que la población era de 3,047,070 millones de personas.

Años de descalabro

La expresidenta del Colegio Médico Dominicano (CMD), Amarilys Herrera, afirma que en los años 70 y 80 fueron desastrosos en la gestión de la salud pública por parte del Estado y muchos pacientes fallecieron por falta no solo de equipos adecuados, sino de insumos tan esenciales como hilos y agujas para suturas. Sostiene que la situación de deterioro de la salud pública conllevó al fortalecimiento de la medicina privada, produciéndose entre 1970 y los años 90 la apertura de cientos de clínicas privadas, las cuales operan como empresas en las que la lógica es ganar sobre la base de una mercancía llamada servicios de salud y en la que los pacientes son vistos como usuarios de servicios o clientes, y en cuya práctica la corrupción en perjuicio de los pacientes no estuvo ausente.

Prácticas cuestionables

El descalabro de la salud y las prácticas comerciales las expone el cirujano cardiovascular Julio César Barnett, en un artículo titulado “Por qué quise ser médico, por qué me avergüenzo de ser médico”, donde señala: “Con el transcurso del tiempo y el ejercicio de la profesión he notado, que cada vez indicamos más estudios costosos y la mayoría de las veces innecesarios. El número de resonancias magnéticas de la columna o el cerebro hechas por síntomas comunes de dolor de espalda o dolor de cabeza que han probado ser normales, es suficiente evidencia de que estos estudios se han conducido excesivamente”.

Continúa señalando que “de hecho, la resonancia magnética de la columna ilumina los cambios normales degenerativos mejor que nunca y conlleva a reportes de “anormalidades” que no existen y a cirugías de la columna innecesarias. Lo mismo sucede con muchas cirugías artroscópicas o no, de la rodilla que hubieran tenido la misma evolución si se hubiera aplicado tratamiento médico”.

En su escrito, el doctor Barnet precisa que “en ocasiones aparecen gastroenterólogos que les exigen a cirujanos generales una comisión de sus honorarios a cambio de una base de referimientos numerosa, de manera que el cirujano pueda obtener una gran cantidad de ingresos económicos”.

El Estado privatiza la medicina

La neumóloga Alma Bobadilla asegura que la apuesta del Estado es a la privatización de la salud mediante la Ley 87-01 que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social, que favorece en todos los sentidos dicho propósito.

Señala que “para ello se apunta a la habilitación de los hospitales de la red pública a fin de que puedan vender sus servicios a las Aseguradoras de Riesgos de Salud (ARS) y que éstos funcionen bajo el esquema de la autogestión, como lo han venido haciendo el Traumatológico Profesor Juan Bosch; en La Vega; el Materno Infantil Reynaldo Almánzar, el Pediátrico Hugo Mendoza, el Hospital General Vinicio Calventi, de Los Alcarrizos; La Plaza de la Salud, y el Marcelino Vélez Santana, que aunque son del Estado funcionan bajo el esquema privado”.

Todo esto, precisamente cuando la población del país supera los 10 millones de personas, la República Dominicana dispone de alrededor de 16,000 enfermeras, más de 29,000 médicos y sobre los 600 centros de salud públicos, entre hospitales de primer, segundo y tercer nivel y unidades de atención primarias, así como 20 hospitales, 29 policlínicas y 65 consultorios, así como 2,200 médicos; 2,400 enfermeras y enfermeros; 5,000 profesionales del Instituto Dominicano de Seguros Sociales, amén de una red de más de 600 clínicas privadas.

Voces autorizadas

Con la caída estrepitosa de los servicios públicos de salud se fortaleció la práctica privada de la medicina”
Amarilys Herrera
Expresidenta del Colegio Médico

Lo que está ocurriendo en el país es una carrera galopante hacia la privatización general de los servicios de salud”
Alma Bobadilla
Neumóloga, exdirectora del Senasa

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