Deficiente suministro de agua alimenta un lucrativo negocio

El suministro de agua potable en la República Dominicana continúa siendo una de las principales demandas insatisfechas de la población, que durante décadas ha padecido serias dificultades para obtener el líquido vital, cuyo acceso está consagrado&#8

El suministro de agua potable en la República Dominicana continúa siendo una de las principales demandas insatisfechas de la población, que durante décadas ha padecido serias dificultades para obtener el líquido vital, cuyo acceso está consagrado como derecho en la Carta Internacional de Derechos Humanos.

Y aunque las 97 cuencas principales y 556 secundarias tienen la capacidad de producir 19.4 millones de metros cúbicos, según datos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), los 482 sistemas de acueductos que están en funcionamiento en el país bajo la administración de seis corporaciones estatales ( Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD); la de Santiago (CORAASAN), Puerto Plata (CORAAPP), Moca (CORAAMOCA), La Romana (CORAAROMA), y el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), confrontan serios problemas de distribución, debido a la existencia de líneas obsoletas, válvulas deterioradas por la operación continua, el surgimiento de sectores peri-urbanos desprovistos de redes de distribución y un alto número de fugas sin reparar.

“El crecimiento vertical y horizontal de la ciudad de Santo Domingo unido a un incremento desmedido de la población producto de la migración de la zona rural a la zona urbana y la existencia de instalaciones obsoletas por el tiempo de servicio, han desbordado la capacidad instalada de nuestros sistemas de abastecimiento de agua potable y saneamiento y disminuido la capacidad de respuesta ante la demanda de la población, ocasionando dificultades en el abastecimiento”, reconoce la CAASD en su Plan Estratégico 2010-2015.

Baja cobertura

Según la Encuesta Nacional de Hogares de Propósitos Múltiples (Enhogar 2013), el suministro de agua a nivel nacional para uso doméstico (no para tomar) sigue siendo bajo, ya que apenas, el 45.8% de la población tiene el servicio dentro de la vivienda; el 31.7% la obtiene en el patio y el 7.8% de pozos.

La ciudad de Santo Domingo alcanza el porcentaje más alto de hogares que cuentan con el servicio dentro de la vivienda, con 57.5%; valor dos veces más alto que el alcanzado por el estrato rural (25.1%).

Participación del sector privado

Frente a la ineficacia del Estado, para dar respuesta a esta demanda social, han ido surgiendo en las últimas décadas soluciones individuales y del sector privado para atender a este reclamo.

Es así, como cada vivienda que se construye debe dotarse de una cisterna, o en su defecto, de un tinaco para almacenar el líquido. En caso de que las posibilidades económicas no alcancen para proveerse de un sistema propio de abastecimiento, lo que queda es adquirirla por tanques o cubetas a los camioneros que han montado un lucrativo negocio alrededor del deficiente suministro.

Es lo que sucede en sectores deprimidos de la capital, como el Nuevo Amanecer, en las cercanías del Hipódromo V Centenario, en Santo Domingo Este, donde amas de casa como Iris Lizardo, pagan RD$400 y RD$500 por llenar cuatro tanques para las tareas domésticas.

Si se habla del agua para consumo humano, el problema es aún peor. Ante la desconfianza que existe en la población en torno a su potabilidad, Iris debe comprar entre tres y cuatro botellones semanales a los camioncitos que supuestamente la “purifican” mediante el sistema Osmosis. Esto implica un gasto adicional de 80 pesos, que merman sus reducidos ingresos familiares.

El país tampoco cuenta con una Ley de Aguas y Saneamiento, que regule este importante sector productivo, pese a que la legislación lleva más de quince años estancada en el Congreso. Hay quienes, como el exdirector de Inapa, Alberto Holguín, creen que con la pieza se persigue privatizar el vital servicio.

El 72% de la población toma agua embotellada

La encuesta Enhogar revela que al igual que Iris, el 72.3% de los hogares a nivel nacional consume agua embotellada, un negocio que mueve alrededor de RD$2 mil millones anuales, genera más de nueve mil empleos directos, y crece a un ritmo de seis y siete por ciento anual, según datos de la Asociación Dominicana de Embotelladoras de Agua (Adeagua). En el 2009, el Ministerio de Salud Pública tenía registradas un total de 481 empresas distribuidoras de agua embotellada. Mientras tanto, la Coordinadora de la Unidad de Políticas Públicas del Observatorio Político Dominicano de la Fundación Global Democracia y Desarrollo, Fanny Vargas, en un artículo publicado el año pasado, abogó por un marco regulador actualizado y coherente, que unifique y coordine acciones de las instituciones del sector, integre a las comunidades y garantice el acceso equitativo, sostenible y eficiente al agua. 

Protestas
La escasez de agua es motivo de protestas en distintos puntos del país. Usualmente, el líquido se sirve dos días a la semana.

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