La economía dominicana ingresó al último cuatrimestre del año con un ritmo de crecimiento que parece proyectar que cerrará el 2015 con una tasa superior al 6%, pero que pudiera perder velocidad de expansión en algunos de sus componentes en los últimos tres meses.
Una posible pérdida de velocidad en el crecimiento en los meses finales del período, no impedirá que la economía crezca al cierre del 2015 a niveles superiores a las proyecciones hechas por las autoridades económicas, de entre 4.5 y 5.0%. Las estimaciones revisadas de los organismos internacionales que, como la Cepal, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, siguen la economía dominicana, vaticinan niveles de crecimiento a partir de 5%.
La última revisión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, que sitúa el PIB latinoamericano con un decrecimiento de 0.3%, pone a la República Dominicana en un nivel de crecimiento de 5.6%, el segundo mayor, detrás de Panamá.
Mientras tanto, los sectores que cargaron el crecimiento de 6.4% en el primer semestre del año mostraban similar desempeño en el Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) en los meses de julio y agosto, aunque al menos el Agropecuario pudiera ver afectado su contribución en los últimos meses del 2015, como consecuencia de la sequía que mermó la producción de algunos renglones, como plátano, leche, pollo y arroz.
La última medición mensual conocida, la correspondiente al mes de julio, arrojó una caída de 10.6% en el sector agropecuario, aunque todavía acumulaba una media de crecimiento mensual de 6.5% para el período enero-julio. Por la ponderación que tiene el sector agropecuario en la composición del producto interno bruto (PIB), se estima que al extenderse el impacto de la sequía, la caída de ese sector se prolongue para el último tramo del año en curso. La Agropecuaria y la Manufactura, el Comercio y la Construcción son los sectores líderes del PIB dominicano, por lo que el comportamiento de cualquiera de ellos puede incidir en empujar o ralentizar el crecimiento de la economía.
Los demás renglones, encabezados por la Construcción, la Intermediación Financiera, Comercio, Transporte y almacenamiento, Energía y Agua, Hoteles, Bares y Restaurantes (Turismo) y Enseñanza, tienen históricamente en el último trimestre del año, su tradicional período de mayor expansión.
Dinámicos al cierre
De todos esos sectores, la Intermediación Financiera, el Comercio y la Industria tienden ser más dinámicos en los últimos dos meses del año.
El crecimiento interanual sobre 16% que reportaba la cartera de crédito del sistema financiero al sector privado hasta el mes de julio, deberá agregar en promedio entre dos y tres puntos porcentuales para el último trimestre del año, en vista de que la demanda global de financiamiento sube al cierre de cada año. El comercio busca aumentar sus inventarios y las industrias demandan más materia prima e insumo, para incrementar su producción, por la demanda agregada que se produce para el período octubre-diciembre, especialmente en el último mes.
La construcción es uno de los de mayor arrastre o vínculos con otros sectores porque impacta en el comercio y subsectores de la manufactura como la fabricación de cemento, varillas, pinturas, materiales eléctricos. También activa el comercio y el servicio de transporte.
Algunos de los renglones industriales de la oferta exportable hacia Haití que fueron incluidos por ese país en la restricción de ingreso a su mercado vía terrestre, pueden disminuir sus volúmenes de producción, al contraerse la demanda que se origina en el vecino país. Una empresa cementera radicada en Pedernales reveló esta semana que ha sufrido cuantiosas pérdidas a consecuencia de la restricción dispuesta por Haití.
En tanto, el turismo, también otro sector con vasos comunicantes con importantes áreas de la economía como la agropecuaria y la industria dedicada a la producción de alimentos y bebidas, lleva un ritmo de crecimiento sin precedentes, por lo que espera que mantenga su velocidad de expansión, que hasta la fecha acumula una tasa de 17.1%, según cifras del Ministerio de Turismo (Mitur).
El comportamiento del sector ha despertado euforia tanto en el Mitur como en el Banco Central. Las estadísticas que manejan esas dos entidades apoyan esa alegría. La llegada de la próxima temporada alta y la apertura del puerto de cruceros en Maimón, en Puerto Plata, consolidan el optimismo que se ha incubado en la llamada industria sin chimenea, que toma cada vez más fuerza como sector sostén de la economía dominicana, al menos como el mayor generador de divisas. Se estima que este año cerrará con un aporte superior a US$6,000 millones y 6.0 millones de visitantes.
Estabilidad de precios y cambiaria garantizada
Además de la cifra récord que se le anticipa a los ingresos por turismo, las autoridades económicas calculan que durante este año el país recibirá ingresos por los diferentes conceptos—remesas, inversión extranjera, exportaciones—por unos US$23,000 millones, una cifra que combinada con el ahorro en la factura petrolera por alrededor de US$1,000 millones, por la reducción del precio del petróleo y sus derivados, proyecta un escenario de estabilidad cambiaria, punto esencial para generar confianza y para mantener la estabilidad relativa de los precios internos. El aumento del consumo de final de año tiende tradicionalmente a crear cierta presión. El Banco Central, en su último informe de política monetaria, estima que al final del 2015 la inflación quedará por debajo del nivel superior calculado, de 5%.
