Ya sabemos del hospital General Melenciano de Jimaní, reconstruido a un costo de 175 millones de pesos, inaugurado por el presidente Danilo Medina la semana pasada y aún no empieza a recibir pacientes, por algunos detalles pendientes de terminación o con áreas que la comunidad entiende que no responden a los parámetros para ese tipo de instalación.
María Teresa Morel, reportera de este diario, viajó hasta ese municipio y descubrió otro problema. El moderno Centro de Diagnóstica y Atención Primaria, inaugurado en mayo del año pasado, con otra inversión mayor, RD$73 millones, tiene tres semanas que no brinda servicios de sonografía, rayos X y mamografía, por las tandas de apagones en la zona. Hay una planta eléctrica de emergencia, pero no la prenden por falta de dinero para gasoil.
Los consultorios de pediatría, odontología y fisiatría están a la espera de especialistas, pero el Servicio Nacional de Salud no los asigna todavía. Lo que se dice es que los especialistas no quieren vivir tan lejos de los más importantes centros urbanos.
Asimismo, la edificación muestra signos de abandono, como filtraciones en paredes de la recepción. También se habla de equipos con señales de deterioro.
Es como para preocuparse. ¿Qué pasa con las obras y servicios del sector salud del gobierno, que son piedra de escándalo?
Arístides Reyes
La muerte del periodista Arístides Reyes de El Nacional se agrega a la de otros comunicadores idos este año. El desenlace repentino siempre resulta estremecedor, especialmente en el caso de un colega que se desempeñaba con vitalidad y dinamismo profesional.
Hermano del también fallecido periodista Leo Reyes, Arístides deja entre los comunicadores y sus familiares como legado su dedicación, disciplina, calidad y sensibilidad, y un estilo de vida marcado por la corrección y respeto por su ejercicio profesional.
Nuestra solidaridad con sus hijos y sus compañeros del vespertino de la avenida San Martín. Paz a sus restos.