A Fernando Rainieri, en memoria

Tus apellidos evocan nobleza europea con sabor italiano, Rainieri y Marranzini, por las fuente genéticas de ambos progenitores, “salseado” de raíces profundas en el alma criolla. Con nombre. Castizo, Fernando, como fina filigrana tejiste a lo largo de años de fructífera vida, un peculiar prestigio que te permitió, motivar aportes de quienes la fortuna les ha permitido gozar de fortunas, por causas que influyeran en mejorar las condiciones de vida de los menos afortunados. Tu multifacética personalidad hizo que muchas personas te conocieran como figura de acción de muy diversas iniciativas, dando sentido a la conciencia social práctica, que provocó envidiable admiración en entes tan diversos. Era tal tu compromiso, claridad de manejo, transparencia en lo operativo y la efectiva forma de tu práctico accionar, que cautivaron la confianza de quienes creyeron en tus proyectos y en lo que con sentido de compromiso y responsabilidad contagiosa emprendiste. Artífice continuador en la Fundacion de Desarrollo Comunitario. (Fudeco) cuando Horacio Ornes emprendió un viaje a la esencia de las cosas, para materializar acciones como probablemente inicias tú, en este precipitado viaje que nos llena de confusiones. Save The Children Dominicana, tiene grabado tu nombre, con letras de oro. Fuiste particular hasta en la forma de desprenderte de tu cuerpo material, figura física como te conocimos y conservamos como envoltura de los recuerdos que evocas y retrotraes, memorias de la hermosa forma de ser y relacionarte. Como los versos que inspiraron la canción de Mercedes Sosa como homenaje a Alfonsina Storni que denotan su ida en el mar y dice “… ¿que poemas nuevos fuiste a buscar?…” nos dejas con las grandes interrogantes que provocan las idas a destiempo y nos llevan a escrutar designios que la razón no permite comprender, para tratar de entender a qué dimensión te han enviado, como ser de luz, para multiplicar lo que hiciste en nuestros espacios. Importantes funciones desarrollaste en el turismo, como secretario promotor de las bases de ese pujante sector, de tu luminoso paso por el Banco Central en Infratur, los diversos proyectos e iniciativas que dieron base al éxito turístico nacional. Tu fina personalidad de diplomático natural sin dobleces, recia personalidad capaz de defender criterios con la flexibilidad de entender los ajenos, conciliador y tenaz defensor de principios, aportes importantes en esa carpintería empírica que dio lugar a la creación del turismo criollo, cuando las utopías producían hirientes burlas y críticas, pero el tesón enseñó que tenías razón tú y los que hicieron de esa aventura de vida. Cada amigo atesora un pedacito de tu luminosa existencia, con anécdotas diversas y sanas complicidades, entre éxitos, los errores y defectos propios de humanos que deben hacer sentir orgullo a tu esposa, hijos y descendientes de tercera generación. Admirado aún de las previsiones que tomaste, lejos de la idea de que octubre sería el mes de tu despedida, hermosamente concurrida, estamos seguros de que tu alma inquieta, emprendedora, audaz y amorosa, se reproducirá donde quiera que el Universo te sitúe. Haciendo mía la percepción de todos, feliz de haber compartido mis más motivantes espacios de vida compartidas contigo.