Vaticano juzga a dos periodistas por usar datos confidenciales

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Dos periodistas italianos que escribieron libros detallando la mala gestión de la Santa Sede serán juzgados el martes en un tribunal vaticano junto a tres personas acusadas de filtrarles la información, en un caso que&#8230

CIUDAD DEL VATICANO (AP) — Dos periodistas italianos que escribieron libros detallando la mala gestión de la Santa Sede serán juzgados el martes en un tribunal vaticano junto a tres personas acusadas de filtrarles la información, en un caso que ha generado críticas de organismos de control de medios de comunicación en todo el mundo.

El Comité para la Protección de los Periodistas, Reporteros Sin Fronteras y la OSCE, entre otros, han pedido al Vaticano que retire los cargos contra Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi. Los dos reporteros se enfrentan a hasta ocho años de cárcel si son declarados culpables de violar la ley del Vaticano al publicar informaciones basadas en documentos confidenciales de la Santa Sede.

En entrevistas el lunes, tanto Nuzzi como Fittipaldi calificaron el proceso de «kafkiano». Horas antes del inicio del juicio, ni ellos ni sus abogados habían visto el expediente judicial que detalla las acusaciones en su contra. Nuzzi habló por primera vez con el abogado que de asignó el tribunal vaticano el lunes por la mañana. Fueron acusados el viernes.

Aunque técnicamente se arriesgan a ser detenidos si pisan suelo vaticano el martes, ambos dijeron que tienen previsto asistir al juicio — aunque solo sea para informar al mundo de lo que ocurre. El Vaticano es un estado soberano, y al entrar en su territorio, Nuzzi y Fittipaldi podrían ser detenidos por sus gendarmes dada la gravedad de las acusaciones en su contra. Pero ninguno de los reporteros espera que la Santa Sede tome esa vía, ante el incidente diplomático que abriría con Italia.

«Este es un juicio contra la libertad de prensa», dijo Fittipaldi en una entrevista en su oficina en la sede del diario romano La Repubblica. «En ninguna otra parte del mundo, al menos en la parte del mundo que se considera democrática, hay delito en una exclusiva, en publicar noticias».

Si son hallados culpables, Nuzzi y Fittipaldi se enfrentan a una pena de hasta ocho años de cárcel. Dado que son ciudadanos italianos, cualquier sentencia implicaría una petición de extradición. Los dos acusados creen que ningún juez italiano la concedería puesto que la libertad de prensa está garantizada por la constitución italiana y que el país no extraditaría a dos nacionales a un estado que no respeta ese derecho fundamental.

El libro de Fittipaldi, «Avaricia», y el de Nuzzi, «Mercaderes en el Templo», ambos publicados a principios de este mes, detallan el derroche y la mala gestión de la administración del Vaticano, la codicia de algunos cardenales y obispos y la resistencia que enfrenta el papa Francisco en su intento por acabar con estas prácticas.

Ambos textos se basan en gran medida en documentos elaborados por una comisión especial de reforma nombrada por Francisco para gestionar los problemas financieros de la Santa Sede y proponer cambios que hagan que el dinero vaya a los pobres.

Las otras tres personas que serán juzgadas están vinculadas con la comisión: El sacerdote Angelo Lucio Vallejo Balda era su número dos; Francesca Chaouqui era miembro del grupo y asesora externa en relaciones públicas; y Nicola Maio, asistente de Balda.

Los tres están acusados de formar una organización delictiva y de ofrecer y filtrar documentos confidenciales. Nuzzi y Fittipaldi, por su parte, están acusados de publicar esa información y de «solicitar y ejercer presión, sobre todo en Vallejo Balda, para obtener los documentos y otras noticias reservadas», según los fiscales.

Los periodistas niegan las acusaciones de presiones pero reconocen que, como todos los reporteros, obtienen información y la publican. Chaouqui negó mala praxis quedó en libertad tras cooperar con los investigadores. Balda, que está detenido en la Santa Sede, y Maio, no han respondido públicamente a las acusaciones.

En un comunicado el lunes, el Comité para la Protección de los Periodistas pidió al Vaticano que retire los cargos. «Los periodistas deben poder llevar a cabo su papel supervisor e investigar supuestas irregularidades sin temor a repercusiones», dijo Nina Ognianova, del programa para Europa y Asia Central del grupo.

La responsible de libertad de prensa de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, Dunja Mijatovic, se hizo eco del llamado diciendo que «los periodistas deben poder informar de temas de interés público y proteger a sus fuentes confidenciales».

 

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