Los 80 años de Elsa Brito

Confieso que este artículo es muy personal, pero ahí va. Elsa Brito, mi madre, mañana cumple 80 años de edad. Dentro de las celebraciones, publicará un nuevo libro titulado “Velada a la vida”, en el teatro de la PUCMM, institución a la que&#8230

Confieso que este artículo es muy personal, pero ahí va. Elsa Brito, mi madre, mañana cumple 80 años de edad. Dentro de las celebraciones, publicará un nuevo libro titulado “Velada a la vida”, en el teatro de la PUCMM, institución a la que dedicó gran parte de su existencia.

Esta obra contiene reflexiones de alto calibre místico, humano y literario. Su prosa nos envuelve y anima, abrazada de versos que le cantan a coro a la promotora incansable de la fe, a la esposa que ama y comprende, a la educadora de mil generaciones de estudiantes que la valoran, a la viajera del mundo de ilimitados pasos, a la que arriesga sus latidos por su fe, a la amiga que ríe y sufre con el sentir de su entorno, a la que no olvida de dónde viene…
Me permito compartir parte de su contenido y la vez, en nombre de sus cinco hijos (Francisco, Alejandro, José Luis, Elsa María y yo) enviarle un breve mensaje.

“Vive de tal manera, que cuando te vayas, mucho de ti quede en aquellos que tuvieron la dicha de encontrarte. La vida es un soplo, la destreza de la inteligencia y de la conciencia limpia es desglosar las nubes que nos separan de la otra frontera. Si tenemos fortaleza para apreciar la última vela encendida en la tierra, su humus volará como esencia santa y se desparramará como sombra de paz para el reino de los bienaventurados”.

“¡Líbrame de creerme que siempre estamos en descanso y que somos estatuas. Tengo energía y vida interior. Hay que batallar, la lucha es diaria!”. “No solo de Pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios”.

“Toda persona tiene su sitial en la ronda de la vida. Saber colocarse es ver la señal de Dios. Esa libertad con toque de prudencia está cargada de discernimiento. Lo sencillo es más libre, flota el pensamiento… Lo más importantes es estar donde Dios ha señalado. Hay que saber florecer, donde Dios nos ha plantado. Dios tiene amor y misericordia para el que tiene grandes responsabilidades”.

“Adolescente inquieto que te mueves en la angustia de un mundo que no entiende tu sublime ideal, arriésgate en la lucha de la palestra humana y recoge los gritos del enfermo de miedo, los cantos que se cuelan en el dolor de infierno, la tortura mezquina del que no sabe dar”.

Gracias madre por educarnos con libertad e independencia, pero siempre dentro de los límites del bien. Cada uno de tus “cinco racimos” hemos sido arropados por tu ejemplo. Gracias por enseñarnos el don de ser útiles y firmes. ¡Felicidades en tu cumpleaños!

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