Hace unos años se descubrió en los bosques de Zika en Uganda, una enfermedad causada por un virus que se transmite usando como vector al mosquito Aedes, el mismo que causa el dengue y la chikungunya.
Esta es una enfermedad relativamente nueva, que en la mayoría de los casos no es diagnosticada, pues se parece mucho a otros padecimientos muy comunes en las áreas sub-tropicales pero además que, hasta ahora, no había presentado tasas de mortalidad preocupantes.
Estuvo circunscrita a algunas regiones de África y se han presentado brotes en algunos lugares alejados de nuestra zona como Malasia y las islas de la Micronesia en el océano Pacífico.
El problema es que ahora esta enfermedad se expande por varios países de América Latina, especialmente el nordeste de Brasil y van apareciendo poco a poco casos aislados en muchos de nuestros vecinos, inclusive se reportó un brote en una isla del Caribe que no fue identificada.
Como en la República Dominicana tenemos las condiciones para que aparezcan y se diseminen casos de Zika, primero por nuestra ubicación geográfica y segundo porque está demostrada la presencia del mosquito Aedes, entonces deberíamos comenzar a poner atención a una situación inédita que se está dando en Brasil.
Se ha observado un aumento generalizado de niños con microcefalia, es decir, con cerebros reducidos, en la zona donde han aparecido los casos de Zika, de modo que las autoridades sanitarias han apretado el botón de la alarma porque una relación entre este virus y esta anomalía cerebral no había sido descubierta.
En el nordeste de Brasil, después de la aparición de casos de Zika, los niños con cerebros pequeños al nacer, han aumentado hasta cinco veces las cifras normales, y esto se está atribuyendo a la transmisión del virus a las madres embarazadas en los primeros cuatro meses de gestación.
Ya existe una alarma nacional dispuesta por el Ministerio de Salud de Brasil, ya que nunca se habían reportado casos que tuvieran esta relación, y de comprobarse la situación sería tan grave porque esto podría producir una generación de niños con déficit cerebral sin esperanza ninguna de tener una vida normal.
Según el Ministerio de Salud brasileño, se comprobó en una muerte infantil, la presencia del virus del Zika en el recién nacido fallecido, que además presentaba un cuadro de microcefalia y la historia clínica de la madre que aparentemente sufrió la enfermedad en los primeros meses del embarazo.
Cuando nace un niño o niña, una de las medidas que se toman es el tamaño de la circunferencia del cráneo, para documentar su normalidad o no, en general se acepta que una medida entre los 34 y 37 centímetros es lo normal, cuando se encuentran medidas por debajo de 33 centímetros se considera una microcefalia, es decir, su cerebro está por debajo de lo que debería,
Esto ocurre muchas veces por una infección en la madre en el primer cuatrimestre del embarazo, que además afecta al feto que está en pleno desarrollo y provoca daños en algunas zonas del cerebro que condenarán a ese niño o niña a tener un cerebro pequeño que podría provocarle problemas del habla, movilidad, sordera o cualquier otro tipo de daño de por vida. ¿Por qué hablamos de todo este cuadro? Pues porque si se comprueba finalmente la relación entre la infección con el virus del Zika y la microcefalia, entonces frente a la crisis por la que pasamos con el dengue, y siendo el mosquito el mismo vector en las dos enfermedades, deberíamos comenzar desde ahora a trabajar para eliminar la fuente de infección, único remedio para esta enfermedad.
Hasta ahora se hablaba de que el virus del Zika no era mortal, ya hay muertes atribuidas a la enfermedad en Brasil y México, pero además se ha demostrado que se expande rápidamente, apareciendo casos aislados en gran parte de Sur y Centroamérica a partir del primer caso diagnosticado en la Isla de Pascua que es de soberanía chilena.
Será mejor que no bajemos la guardia con el tema del dengue, a este se le agregó la chikungunya y ahora el Zika, todas estas enfermedades tienen en común el mosquito Aedes, endémico en el país pero con métodos de todos conocidos para su erradicación.
Mantener la alerta sanitaria es una necesidad, no importa que disminuyan los casos de dengue en esta época, eliminar los criaderos, realizar la capacitación de los maestros para integrar a las escuelas a la erradicación del mosquito creando conciencia en los escolares, es ahora cuando debemos poner candado, no cuando comencemos a recibir casos del Zika, que pareciera es una enfermedad más grave de lo que esperábamos.
