Familiares, escritores, políticos y amigos le dieron el último adiós a Pedro Peix, quien falleció el pasado sábado a causa de un infarto fulminante.
Los restos del escritor dominicano fueron velados ayer en la Funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln y sepultados en la tarde del lunes en el Cementerio Puerta del Cielo.
La muerte de Peix, a los 63 años, tomó por sorpresa al mundo literario dominicano, que valoró la impronta de este cultor de las letras. El expresidente de la República, Leonel Fernández, expresó su pesar por la muerte de Pedro Peix, a quien definió -a través de su cuenta oficial de Twitter- como un “brillante intelectual, quien hizo importantes aportes a la literatura nacional”.
De su lado, el Premio Nacional de Literatura 2014, Tony Raful, dijo que la muerte de Pedro Peix es una tragedia. “Excelente escritor, crítico agudo. Sus textos hablarán por él cuando la mediocridad desaparezca”, escribió en sus redes sociales.
“Pedro Peix, su palabra era ardiente crítica a la farsa ética. Se podía disentir de sus juicios, pero no de su talento y reciedumbre”, agregó en otro mensaje.
“Cuando a un país se le muere un escritor de la talla de Pedro Peix, los pigmeos se escabullen, la Patria se desgarra el alma”, concluyó.
Pedro Peix nació el 20 de marzo de 1952. Se graduó en 1976 en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña.
En 1982 se desempeñó como director interino de la Biblioteca Nacional y, posteriormente, como subdirector de Cultura de la Secretaría de Estado de Educación. Fue columnista del periódico Listín Diario. Recibió varios galardones en el concurso de cuentos de Casa de Teatro, entre ellos: segundo lugar con “La despedida” (1977), mención de honor con “Responso para un cadáver sin flores” (1978), segundo lugar con “Los hitos” (1979) y el primer lugar con “La quimera de la muerte” en 1992. El novelista obtuvo el Premio Nacional de Cuentos en 1977, con el libro “Las locas de la Plaza de los Almendros”.
